la instalación comenzará a pasar examen a partir del día 30

El nuevo centro penitenciario de Fuerte Mendizábal, un esfuerzo de inversión que arrancará a medio gas

La prisión, que quedará oficialmente inaugurada el próximo día 30, es una macroinstalación que, sin embargo, sólo se abrirá parcialmente. Los planes de Instituciones Penitenciarias para el nuevo centro siguen siendo una incógnita para los sindicatos. 

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photo_camera Acceso al nuevo centro penitenciario de Fuerte Mendizábal (C.A./ARCHIVO)

La nueva prisión de Fuerte Mendizábal quedará oficialmente inaugurada el próximo 30 de octubre. El proyecto nació al amparo del Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios (PACEP) impulsado en 1991. La austeridad impuesta sobre las cuentas públicas por los gobiernos del PP ha retrasado la obra, un inmenso esfuerzo de financiación que se eleva más allá de los 120 millones de euros. Ahora, a punto de abrir sus puertas, las dudas sobre su dotación y gestión continúan sin disiparse.

La nueva macroinstalación viene a reemplazar al vetusto presidio de Los Rosales, una construcción que data de 1958, muy alejada de los estándares recomendados para los modernos establecimientos penitenciarios. Sus dependencias, levantadas sobre 120.000 metros cuadrados, 80.000 de ellos construidos, tienen capacidad para albergar a 1.700 internos en sus 648 celdas distribuidas en ocho módulos.

Pero, ¿cómo y con qué medios podrá atenderse una infraestructura tan colosal? De hecho, la pretensión de Instituciones Penitenciarias es la de abrir las nuevas instalaciones de manera paulatina. Los sindicatos ya han confesado que desconocen las condiciones en las que la plantilla se irá incorporando a su nuevo centro de trabajo. La incertidumbre sobre los planes que el Ministerio tiene para la prisión ceutí ha llegado también al Congreso. El Grupo Parlamentario Socialista ha elevado una batería de preguntas al Gobierno con las que, entre otras peticiones, reclama información sobre los módulos que finalmente se abrirán a la entrada en servicio de las instalaciones y el personal previsto.

La memoria abreviada relativa a la orden de creación de la nueva prisión ofrece, al menos, una orientación sobre los costes que comportará el funcionamiento de la nueva cárcel. La apertura parcial del centro requerirá sólo en gastos de personal, tanto funcionario como laboral, una inversión de 1,7 millones de euros. Según informó en su día la Delegación del Gobierno, el coste anual de mantenimiento se elevará hasta los 250.000 euros.

Las autoridades siempre se han jactado del impacto que la nueva instalación tendrá sobre la economía ceutí, con la cabeza puesta en la fecha en la que funcione a su plena capacidad. Esto no sucederá, sin embargo de inmediato. La cárcel de Los Rosales alberga en la actualidad menos de 200 presos que son atendidos por 135 funcionarios, una plantilla que, con la apertura de Fuerte Mendizábal, se verá reforzada con 50 trabajadores. Y, con todo, y pese a la proximidad de la fecha de su inauguración, no todo está atado. A modo de ejemplo, las instalaciones carecen de cafetería y ni siquiera existe todavía un proyecto para crear una línea de autobús público para comunicar la prisión con el resto de la ciudad.

Instituciones Penitenciarias no oculta, sin embargo, su satisfacción por la excelencia de la infraestructura. Unas instalaciones que empezarán a ser sometidas a examen en apenas una semana.