ASí SERá EL ACCESO AL TARAJAL II

Varios viales, seguridad privada y barreras disuasorias configurarán el nuevo paso

Nuevos viales de acceso, control de entrada vigilado por efectivos de empresas de seguridad privada y barreras disuasorias configuran la nueva infraestructura de entrada a las instalaciones del Tarajal II, el nuevo paso para los porteadores que está previsto que entre en funcionamiento el uno de abril.

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photo_camera Infografía de las vías de acceso al nuevo paso de porteadores, Tarajal II /SANDRA MARCOS

El nuevo paso de porteadores, el Tarajal II, va a cambiar radicalmente la fisonomía el polígono y el funcionamiento del trasiego de personas dedicada a este tipo de comercio atípico.

Las nuevas instalaciones del paso, que llevan muchos meses concluidas, se verán acompañadas por una infraestructura viaria para evitar los incidentes, en muchas ocasiones graves e incluso con resultados de muerte, que durante años han venido sucediéndose con los porteadores.

Tanto la Ciudad como la Delegación del Gobierno ya hace tiempo que se pusieron manos a la obra para erradicar el problema, y en la actualidad, aunque el portavoz del Gobierno de la Ciudad, Jacob Hachuel, indicó el pasado viernes que las obras de remodelación viaria ya están licitadas y adjudicadas, lo cierto es que este periódico ha podido constatar que las mismas aún no han comenzado. Y todo ello cuando estamos a menos de cincuenta días para la fecha para la apertura del nuevo paso, fijada para el uno de abril.

La nueva infraestructura por la que accederán los porteadores hasta el nuevo paso de mercancías discurre por la vía ubicada a la espalda del colegio público Príncipe Felipe. Justo en la entrada al polígono se ubicará una rotonda, en la que agentes de la Policía Local se encargarán de la regulación del acceso de peatones y del tráfico rodado.

La calle ubicada a la espalda del colegio público, en la que actualmente hay instaladas una vallas que la divide en dos, se convertirá en una vía con tres carriles delimitados por un vallado metálico, tal y como se puede apreciar en la infografía que ilustra esta información.

Los porteadores accederán por una puerta instalada junto a la actual verja de entrada al polígono. A las inmediaciones de la calle se ubicará un control de acceso, que contará con vigilancia privada. El número de vigilantes que trabajarán serían cincuenta y el coste de los mismos sería abonado, al igual que importe de las obras de adecuación de la calle, por la Ciudad, según aseguraron a este periódico fuentes solventes.

Una vez atravesado el control de acceso, los porteadores serán conducidos por distintos carriles dependiendo del sexo. Habrá un carril para mujeres y otro para hombres, al igual que se ha venido haciendo en el paso del Biutz. Para evitar que se produzcan avalanchas y cualquier otro tipo de incidentes, los carriles estarán equipados de barreras disuasorias que conformarán una especie de serpentín, petición que han realizado responsables de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Paralelo a la zona de acceso de los porteadores habrá una doble vía que quedará habilitada como carril de emergencias.

Llegados al final de la calle, los porteadores girarán en una curva a la derecha, alcanzando la explanada ubicada a las puertas del nuevo paso. En este lugar, que se comunica a través de un portón con la frontera,  es donde quedará fijada la zona de seguridad policial.

Una vez allí, los porteadores y porteadoras accederán, por puertas distintas, a las nuevas instalaciones del Tarajal II, discurriendo por las mismas y accediendo al país vecino. Con la puesta en funcionamiento del nuevo paso de mercancías, el trasiego de porteadores quedará fuera del polígono tal y como se estaba haciendo hasta ahora y el Biutz será cerrado.

Para la vuelta, los porteadores tienen habilitada una salida en el Tarajal II que les conducirá hasta la explanada de la frontera. Una vez allí, comenzarán a transitar por el trazado de vuelta que le llevará de nuevo a la entrada del polígono.