RIESGO PARA LOS PEATONES

Las losetas deslizantes del centro siguen sin sustituirse pese al compromiso asumido hace un año por la Ciudad

Las losetas de mármol que pavimentan algunas de las calles del centro, cuyas propiedades deslizantes han causado numerosos accidentes a los viandantes, continúan sin sustituirse. El Gobierno de la Ciudad se comprometió hace ahora un año a reemplazarlas por un material menos peligroso. 

caída losetas deslizantes
photo_camera Viandantes atienden a una mujer ayer lunes tras caer al suelo a causa del pavimento deslizante/ C. MARFIL

Las obras para la sustitución de las losetas de mármol que pavimentan buena parte de las calles del centro de la ciudad continúan sin ejecutarse a pesar del compromiso asumido hace ahora un año por el Gobierno de la Ciudad. Las piezas se han convertido en un quebradero de cabeza para los responsables municipales y en una amenaza para la integridad de los viandantes dada las propiedades deslizantes que adquieren cuando cae agua sobre ellas.

Las precipitaciones que se han registrado durante la última semana en la ciudad han dejado en evidencia el riesgo que comportan unas losetas que, desde su colocación, han sido responsables de numerosos accidentes entre los peatones. De hecho, ayer mismo una mujer resbalaba y caía mientras caminaba por la calle Real.

Hace doce meses, en el transcurso de una rueda de prensa, el por entonces portavoz del Gobierno local, Emilio Carreira, anunciaba el inminente comienzo de las obras de sustitución de las controvertidas losetas por otras menos deslizantes. Según explicó entonces Carreira, los trabajos comenzarían pasadas las celebraciones navideñas de 2014 y se acometerían en primer lugar en la calle Camoens y el Paseo del Revellín. La renovación del pavimento consistiría en sustituir las losetas por otras confeccionadas en granito, de mayor rugosidad y menos deslizantes.

La Ciudad ya ha debido afrontar varios fallos condenatorios a consecuencia de las acciones legales interpuestas por transeúntes que sufrieron lesiones a consecuencia de una caída. En noviembre de 2004, por ejemplo, un juez de lo Contencioso Administrativo condenó a la Ciudad al pago de una indemnización de más de 20.000 euros a una mujer que resbaló en el Paseo del Revellín. Las lesiones que se produjo la obligaron a permanecer ingresada durante un mes en el hospital.