El Plan sobre Drogas de la Ciudad alerta de los daños a la salud que ocasiona el "gas de la risa"

Sus propiedades analgésicas y disociativas han convertido al óxido nitroso en una sustancia de la que muchos jóvenes hacen un uso recreativo.

zx1

El Plan sobre Drogas y otras Conductas Adictivas, dependiente de la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación, ha advertido de los perjuicios para la salud que comporta el consumo recreativo del óxido nitroso, conocido popularmente como el “gas de la risa”.

El óxido nitroso, que no está sometido a fiscalización nacional e internacional, aun teniendo efectos psicoactivos, se utiliza en distintos ámbitos como la industria aeroespacial (por sus propiedades oxidantes) o la alimentaria. En este último caso, está reconocido como aditivo (E942), lo que implica un uso industrial en la fabricación y elaboración de alimentos y en su consumo eventual como parte de los mismos pero, en ningún caso, se prevé su inhalación directa y de  manera aislada.

Sus propiedades analgésicas y disociativas han convertido al óxido nitroso en una sustancia de la que muchos jóvenes hacen un uso recreativo. El óxido nitroso llega al cerebro a través de las vías respiratorias y disminuye la actividad normal de las neuronas. Dependiendo de su concentración y exposición, puede generar analgesia, excitación, anestesia quirúrgica o depresión total del sistema respiratorio.

Aunque las consecuencias directas del consumo de N2O son menos llamativas que las de otras drogas como la cocaína o la heroína, no quiere decir que no resulte dañino. La Sociedad Española de Neurología alerta de que si se toma directamente de la cápsula, puede causar quemaduras graves en las vías respiratorias.

Además, el gas, que actúa como depresor del sistema nervioso central, afecta a la memoria y a las respuestas motora y refleja, por lo que su uso repetido podría causar problemas de atención de manera permanente.

Asimismo, y dado que la única vía de administración del óxido nitroso es pulmonar, se suele inhalar una mezcla de 65% de oxígeno y un 35% de N20,  ya que la administración de la sustancia al 100% podría producir asfixia y, consecuentemente, la muerte. Esta vía de administración (inhalada por la boca) resulta contraproducente para la transmisión y contagio del covid-19.

En junio de 2011, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses elaboró un estudio sobre los efectos adversos del uso recreativo del óxido nitroso. En primer lugar, produce un déficit de vitamina B12 que puede generar problemas a la médula espinal. Del mismo modo, puede causar delirio subagudo, leucopenia, trombopenia y anemia megaloblástica grave, así como enfisema intersticial, neumomediastino y asfixia.

El estudio recuerda también que el gas puede producir interacciones de potenciación con el alcohol, una combinación que se da frecuentemente por sus efectos depresores del sistema nervioso central, concluyendo que el óxido nitroso inhalado y con fines recreativos supone un riesgo para la salud, especialmente en la población joven.