La oposición rotunda del Gobierno de la Ciudad que se derivaba pleno tras pleno ante las propuestas de los diversos grupos de la oposición para municipalizar el servicio de autobuses ha dado un giro repentino de 180º este sábado cuando ha anunciado que se hace con la gestión directa.
Sin más explicaciones al respecto, fuentes presentes en la negociación ya habían desprendido durante las últimas jornadas el hartazgo que empezaba a imperar entre el Ejecutivo por la actitud mostrada por parte de la empresa Hadú-Almadraba. Sin mostrarlo de manera explícita, sí que el portavoz del Gobierno ha remarcado durante las últimas semanas las inyecciones económicas que ha recibido la empresa desde el 2021 y que se elevan a los 1,5 millones de euros como colchón para paliar la crisis padecida en los últimos años. El montante, en opinión de las mismas fuentes, ha dejado una solvencia económica en la empresa que hacía incomprensible entre los negociadores del Gobierno que la actitud mostrada durante la negociación de las últimas semanas.
El Ejecutivo quizá ha querido protegerse ante futuras crisis parecidas, o ha entendido los motivos esgrimidos por la oposición. Más allá de los motivos, la municipalización es un hecho que el presidente de la Ciudad ha vuelto a manifestar durante el encendido de la portada del Real, remarcando que de la crisis vivida ha surgido una oportunidad que derivará en garantizar un servicio fundamental de calidad.
Vivas también ha aclarado que el pliego de condiciones para la nueva concesión y cuya licitación anunció, precisamente, este viernes el portavoz del Gobierno que se abriría antes de final de año, ha quedado suspendido. Con ello, Ceuta, al parecer, pone punto y final a la contratación del servicio de autobuses que “en breve” iniciará el proceso para que dependa exclusivamente y de forma directa de la Administración local, aunque antes deberá obtener el beneplácito de los grupos de la Asamblea, como ha recordado el jefe del Ejecutivo.
