Ha sido otra noche de peleas y enfrentamientos sin presencia policial

El Pueblo Marinero necesita medidas urgentes de la Ciudad para acabar con la inseguridad

Según el administrador de la Comunidad de Concesionarios, Piku Sunderdas, "la actuación del Gobierno brilla por su ausencia"
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photo_camera Piku Sunderdas, administrador de la Comunidad de Concesionarios del Pueblo Marinero (C.A./ARCHIVO)

Este sábado de madrugada, el Pueblo Marinero ha vivido otra de esas noches que son propias de una crónica de sucesos. El 112 ha recibido varias llamadas de ciudadanos que temían por su integridad física como consecuencia de enfrentamientos y peleas que se han producido junto a los bares de copas. Al menos cuatro veces se ha marcado el teléfono de emergencias para que acudiera la policía a poner orden porque incluso se han vuelto a ver individuos esgrimiendo armas blancas. Diez minutos han tardado en aparecer los agentes según han confirmado los concesionarios donde tuvieron lugar los altercados, tiempo suficiente para que mientras tanto hubiera podido pasar una desgracia. Y es que las autoridades no toman decisiones para devolver la seguridad a la zona. 

La Administración de la Comunidad de Concesionarios de la zona ha emitido un comunicado donde se lamenta que el Pueblo Marinero sea desde hace muchos meses "una zona insegura y conflictiva" en vez de lo que debería ser : "un lugar de ocio y disfrute porque para eso se diseñó". Denuncia que sólo acumula problemas de toda índole, y a cualquier hora, que perjudican a los ceutíes en general y a los empresarios y trabajadores del recinto, en particular. Y agrega que "los negocios se van al traste".

El administrador de los concesionarios, Piku Sunderdas, explica que la presencia permanente de la Policía en el Pueblo Marinero, más que una demanda es una exigencia de los usuarios, jóvenes y menos jóvenes, pero también de los responsables de los establecimientos que "temen que estos conflictos y tensiones habituales terminen por disuadir a los clientes de acudir a pasar un buen rato a sus locales". 

"A los botellones y al elevado consumo de alcohol por parte de jóvenes, muchos de ellos menores de edad, se suma la presencia de delincuentes comunes que están al acecho para cometer un hurto como ya ha sucedido en decenas de ocasiones". Sunderdas expone que "tal y como está la economía de la ciudad no podemos permitir que se deterioren zonas como la del Pueblo Marinero que crea más de 100 puestos de trabajo".