A la defensiva ha salido el presidente de Vox tras recibir el hachazo de la ATTT, la asociación de asalariados del taxi, que este viernes marcaban una frontera con el partido de la ultraderecha a colación de la propuesta que elevaban al pleno de ayer.
El sector le reprochaba, entre otros, llevar una propuesta sin una consulta previa con los afectados, y le recriminaba que saliese en su defensa cuando, citaban, que el 90% de los trabajadores son de religión musulmana. “A los que insulta y menosprecia”, señalaban vía comunicado.
A través del mismo medio lo ha hecho Redondo para tacharles de “grupo minoritario al servicio del PSOE”, y rebajarlos a una baja representatividad. Todo ello, sin ni siquiera apuntar un solo dato o estadística de la cifra de taxistas que aglutina dicha asociación. Aunque, eso sí, les ha anunciado que seguirá sin contar con ellos, ya que, a su entender, “no representan a la mayoría”.
De la misma forma, el líder de la ultraderecha ceutí le ha dado la espalda a la petición planteada por el sector, a quien le solicitaban no inmiscuirse en sus cuestiones sin consulta previa. Así, Redondo reivindica su papel como defensor público para clamar “por las cuestiones que afecten a la ciudadanía”.
