Mejorar el servicio, garantizar los puestos de trabajo y contribuir de manera positiva al ahorro energético y la descarbonización. Son los tres objetivos fundamentales sobre los que se asienta la municipalización del servicio de autobuses, ha relatado este viernes el portavoz del Gobierno. Pero, cómo se traduce esa reducción en la emisión de carbono. Este punto se bifurca, han relatado más tarde fuentes del Ejecutivo. Por un lado va encaminado al incremento de los horarios del servicio, un aspecto que favorecerá la apuesta por el transporte público por parte de la ciudadanía. Y el segundo, en una renovación de la flota menos contaminante.
Las mismas fuentes han destacado que estos aspectos ahora sí van a ser viables al ostentar el Ejecutivo su gestión directa, y no tener que hacer dicha inversión a través de una empresa concesionaria, que no solo lo dificultaría, sino que incrementaría los gastos.
La asunción por parte de la Ciudad de este servicio se anunció hace cerca de un mes, y como ha destacado el portavoz del Gobierno, “nos pusimos a trabajar desde el primer minuto”. Ahora, atraviesa la fase de asesoramiento para conocer si dicha municipalización es posible. “Se ha aprobado la contratación de dos servicios de consultoría, con un coste de 15.000 euros cada uno, para conocer si es posible el cambio en la fórmula jurídica en el servicio”. Este periodo de consultoría jurídica, técnica y económica apunta, en primera instancia, a que dicha municipalización es viable.
