Sebastián Ritter se siente cual caballero legionario cuando se postra delante de un toro, “porque nos enfrentamos a una dura batalla y estamos dispuestos a morir. Ellos defienden la patria, y nosotros la tauromaquia”. Declaraciones que han compuesto un alegato de devoción hacia el Tercio, como ya manifestó durante la comparecencia del martes. El diestro se subía totalmente solo al estrado -como también lo estará el 18 de septiembre cuando se enfrente a seis astados-, para, en teoría, presentar el cartel del evento ‘goyesco’ que protagoniza. Sin embargo, se ha ido por los cerros de Úbeda recreando una especie de conferencia con un claro alegato en defensa de la tauromaquia como argumento con el que ha pretendido tumbar la oleada de críticas que la organización de la corrida ha recibido desde que se tuvo conocimiento a final de la pasada semana.
El diestro, no obstante, ha salido airoso y casi sin ninguna cornada de la tormenta de cuestiones que se le han manifestado al respecto, y que ha intentado torearlas argumentando que el ejercicio de su profesión “no es ningún crimen” y que “si esto fuese un espectáculo normal, nunca se habría alcanzado este grado de polémica”.
Pese a que se ha quejado que con el tema “hay que tener cuidado e hilar muy fino”, se ha intentado erigir como defensor de la causa animalista alegando que “los taurinos somos los que más protegemos a este animal (el toro bravo)”, al que no ha librado de la sepultura porque “la muerte violenta es inevitable. Todos vamos a morir y no se puede permitir que este animal, que vive como vive, lo mate una enfermedad”.
Ha continuado respaldando el ejercicio de la tauromaquia en la actividad económica que genera, “que es el sentido de esta lidia”, para reconocer las “dificultades” a las que se están enfrentando para poder celebrar el evento en la ciudad, y casi descartar la viabilidad del 18 de septiembre. “Si no llega para esa fecha, se va a hacer porque nuestra actividad está contemplada en el marco legal”. Asimismo, ha apuntado a que la intención es que sea su empresa, Taurohispania Milenium, la que organice el regreso de los toros a la ciudad, y que sea este año con un cartel en el que han querido plasmar “el credo legionario”, ya que el motivo del evento era homenajear a La Legión en el aniversario de su centenario, pese a que hoy ha lamentado sentirse abandonado por sus miembros.
