A SAMU no le salen las cuentas y abre un ERTE a todos sus empleados en Ceuta

Los empleados han conocido la noticia vía notificación, aunque no se esgrimen las causas. La Fundación llegó a facturar más de un millón de euros durante los meses que se acogieron a más de 800 menores. Cifras, tanto la de los niños marroquíes como la de los ingresos económicos, que han descendido notablemente.

 

SAMU 1
photo_camera Personal de la fundación en el recurso de acogida instalado en Piniers. (ARCHIVO)

Entre los anuncios próximos del cierre del albergue de Piniers y con cifras a la baja de los menores en acogida que ya están siendo trasladados a la Esperanza. A la Fundación SAMU, que gestiona los recursos donde se albergan los jóvenes migrantes desde el pasado verano, han dejado de cuadrarle las cuentas, con la consiguiente de abrirle un ERTE al total de sus empleados en Ceuta, aproximadamente unos 25.

Los trabajadores han conocido la noticia vía notificación, donde les comunica, además, que “se va a proceder a la apertura de un periodo de consultas entre la Fundación y la platilla del centro, para lo que- a falta de representación unitaria o sindical- resulta precisa la constitución de una comisión representativa de los mismo”, reza el escrito al que ha tenido acceso este medio.

Sin embargo, no se esgrimen las razones sobre la adopción de esta decisión que ha generado el descontento y la preocupación entre los trabajadores. Ceuta Actualidad ha intentado ponerse en contacto con la Fundación para conocer su versión sobre lo acontecido pero no ha obtenido respuesta.

Casi desde el inicio de su gestión, las críticas le han llovido. Señalada, principalmente, de intrusismo laboral por la rama sindical, la entidad encontró en la crisis de mayo lo que ninguna otra sociedad de su naturaleza se atrevió a avistar o a enfangarse.

El conglomerado de empresas andaluzas se personó en Ceuta durante sus días más críticos hasta ahora conocidos- los derivados del 17 y 18 de mayo- cuando se requería la gestión y control de miles y miles de ciudadanos del país vecino que habían perpetrado las fronteras que separan España y Marruecos con el consentimiento y aliento cargado de falacias de este último.

En medio de esa crisis, cuando ninguna otra organización quiso o se presentó a coordinar el servicio de acogida a los menores marroquíes, apareció la entidad andaluza que se puso a disposición de la Ciudad para ofrecer su trabajo de forma totalmente altruista.

Una gran estrategia de marketing que le valió, unos meses después (en agosto) para que el Gobierno de Vivas le asignara- vía decreto de emergencia- la gestión de los recursos de acogida en los que se albergaron a los jóvenes. Servicio que, partiendo del número de niños a los que entonces había que atender, se tradujo en una caja mensual para SAMU de 1.760.640 euros. Presupuesto supeditado a la gestión de 880 menores, tal y como recoge dicho decreto.

Esto es así porque el total a percibir no ha sido una suma cerrada, sino relegada a la cifra de jóvenes en régimen de acogida. Con ello, la cantidad presupuestaria que el Ejecutivo destina a las labores desempeñadas por SAMU ha descendido, ya que el gasto se calcula por menor al día, y los niños marroquíes bajo acogida del Área que dirige Mabel Deu emprendieron desde el verano una caída en picado. Pasaron de cerca del millar (concretamente cuando se asignó a la entidad andaluza estas labores se contabilizaron 880) a los cerca de 300 actuales, según fuentes de la Ciudad. De los cuáles 90 se encuentran todavía en Piniers, y varias decenas ya han sido trasladados a los bajos de la Esperanza, donde donde también desempeña labores personal de la Fundación.

El cálculo de precios por menor al día va en decrescendo cuanto mayor es el grupo. Por ejemplo, según recoge el decreto de emergencia, si el grueso de niños es como máximo de 250 (situación actual) el precio por persona es de 70 euros al día, mientras que si es de 500 a 750 jóvenes, la cuantía diaria se ha estipulado en 65 euros.

Por lo tanto, SAMU ha pasado de embolsarse en sus meses boyantes más de un millón de euros mensuales, a unos 7000 euros en la actualidad. Contabilizando tanto los albergados en Piniers, como los alojados en los bajos de la Esperanza.

Aunque la gestión de una menor cifra de jóvenes conllevaría a prescindir de una parte del personal, ahora innecesario. El conglomerado de empresas andaluzas ha optado por la fórmula del expediente temporal de empleo.

Una entidad con precedentes en Ceuta

Era la primera vez que resonaba el nombre de esta fundación en la ciudad, pero los andaluces no perdían su virginidad ni Ceuta, ni con la gestión de este servicio. Ya en el 2019 ganó la adjudicación del servicio de acogimiento residencial de sesenta plazas para niños migrantes en la Esperanza, tras postularse como la única entidad que concurrió al concurso.

Además, fue también la que instaló en los bajos del Centro de Realojo Temporal los módulos prefabricados (‘iglús’) a los que recurrió por emergencia la Ciudad como solución transitoria para poder albergar en condiciones a todos los adolescentes de origen marroquí (sobre todo) y subsahariano que recibió en la segunda mitad de 2018.