Insistir tiene sus frutos. El presidente de la Asociación de Vecinos de la Barriada de San Daniel han conseguido que una de sus reclamaciones llegue a buen puerto. Tras varias peticiones, Obimace ha procedido al cerramiento del techo del local social, que se había convertido en una especie de «parque de atracciones» para los menores que accedían al tejado, con el consiguiente peligro que ello conlleva.
Una mejora en la seguridad que desde la Asociación valoran y agradecen a Fernando Ramos, gerente de Obimace, y Miguel Ayora, vicepresidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV), por la actuación y acometer el cerramiento del tejado, pero no cejan en sus demandas.
Desde la Asociación de Vecinos llevan semanas reclamando a la ciudad la documentación pertinente para poder dar de alta el contrato de la luz para no tener que volver a usar un generador para contar con electricidad en el local social de la barriada. Pero ésta no es la única reclamación que hace la nueva junta directiva de la Asociación.
Un muestra más del 'olvido' de la administración hacia las barriadas es otra de las demandas de la Asociación. Una enorme grieta parte el asfalto en la zona y para la que también se ha solicitado solución desde la Asociación de Vecinos de la barriada de San Daniel.
Miguel Ángel del Río, presiente de la Asociación de Vecinos de la barriada, pretende que sus vecinos cuenten con una barriada segura y de un local social donde, valga la redundancia, poder socializar y más de cara al invierno. Cuando Del Río se hizo cargo de la presidencia comprobó las enormes carencias del local social, cuyo mobiliario está básicamente compuesto por viejas sillas y mesas de colegio, que no son las adecuadas para que sus vecinos puedan disfrutar de un lugar en el que reunirse, eso sí, si consiguen que la Ciudad les hace llegar un justificante por el que "el ayuntamiento cede el local a la barriada" y puedan tramitar el alta del suministro eléctrico.