Un Ramadán saludable. Éste es el objetivo que persiguen las recomendaciones que difundidas por la Consejería de Sanidad con motivo del inicio de la fiesta religiosa musulmana.
La adopción de una alimentación equilibrada y el consumo de abundantes líquidos además de una especial atención a mujeres embarazadas, lactantes, diabéticos y mayores son algunas de las advertencias planteadas por las autoridades sanitarias.
Sanidad recuerda que las comidas deben contener alimentos ricos en proteínas (pescados, carne y pollo), lácteos (leche, queso, yogur y cuajada) e hidratos de carbono complejos o de absorción lenta (lentejas, arroz integral y cereales). Quienes practiquen el ayuno deberán también evitar el exceso de grasas y de hidratos de carbono de absorción rápida (azúcar refinado y pasteles) y aumentar el consumo de frutas y verduras.
El consumo de bebidas con cafeína ha de ser evitado y resulta recomendable tomar líquidos en abundancia para evitar el peligro de deshidratación.
La Consejería advierte de que aquellos que padecen una enfermedad y necesiten tomar medicación han de consultar a su médico habitual, quien les podrá indicar el cambio adecuado de pauta para tomar esa medicación fuera de las horas de ayuno.
Las personas con diabetes deben tener presente que se han descrito importantes problemas asociados al ayuno prolongado, como la hipoglucemia, la hiperglucemia, la cetoacidosis, la deshidratación y la trombosis. Sanidad recuerda que estos enfermos no deben modificar las horas ni dosis de administración. Aquellas personas que toman fármacos diuréticos, indicados para la hipertensión arterial, también han de extremar precauciones.
En cuanto a las mujeres lactantes, se recomienda que consulten con su pediatra para que sea este profesional el que valore la introducción de una lactancia mixta.
