Día de Ceuta

Vivas: "Las cuestiones de Estado deben abordarse por encima de intereses partidistas o colores políticos"

El presidente ceutí ha insistido en la importancia de fortalecer el estatus de territorio integrado en la Unión Europea y al mismo tiempo, como complemento, tener unas buenas relaciones de vecindad con Marruecos basadas en el respeto recíproco y en la normalización de dichas relaciones.

VIVAS 2 SEPTIEMBRE
photo_camera Vivas, en su discurso del 2 de Septiembre (C.A.)

El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha iniciado su discurso recordando que 2021 "está siendo un año muy difícil" por la pandemia "que nos viene azotando" y lo ocurrido los días 17 y 18 del mes de mayo (frontera) que "nos ha dejado unas graves secuelas". 

"Hablar de pandemia es hablar de muerte, de llanto, de dolor, de quebranto, de ruina: una tragedia sin paliativos. Pero también, ante tanto sufrimiento, de generosidad, de entrega, de solidaridad y de amor al prójimo, de fraternidad". 

"Es el caso de las personas vinculadas a la Sanidad, el Servicio de Oncología del Hospital Universitario (pacientes y facultativos), el transporte, la distribución de alimentos, medicamentos y otros bienes básicos, la seguridad, las Fuerzas Armadas, los medios de comunicación, la limpieza y otras muchas profesiones y actividades que llevan más de un año ofreciendo lo mejor de sí mismos para atender las necesidades y preservar la salud y la vida de los demás. A todos ellos, en nombre de todos los ceutíes: muchas gracias".

Vivas ha señalado que las medallas concedidas "pretenden ser un testimonio de gratitud en el convencimiento de que para sus destinatarios no existe mayor galardón que sentirse útiles, útiles siempre pero, sobre todo, cuando son más necesarios". 

Ha recordado a las 126 víctimas mortales del covid en la ciudad y ha pedido que no se baje la guardia y que "atendamos las recomendaciones". 

17 y 18 de mayo 

Ante lo ocurrido en esas fechas con la entrada masiva de migrantes por el Tarajal, el presidente ha destacado que "el pueblo de Ceuta, nuestra gente, dio una olvidable lección de serenidad, entereza, madurez  y solidaridad, sin ruido, en silencio, como suele ser habitual". 

"Por todo ello, por su comportamiento ejemplar, por haber ofrecido la mejor imagen de nuestra ciudad, la Asamblea ha decidido conceder la Medalla Autonómica al pueblo de Ceuta, a nuestro pueblo".

Juan Vivas ha subrayado que, pese a todo, se evitó la caída con la reacción del Estado, a través del Gobierno de la Nación y con su presidente a la cabeza, "poniendo de manifiesto, donde debía, su firme compromiso de defender nuestra integridad territorial y nuestra soberanía: el despliegue, otra vez admirable, de nuestro Ejército y Cuerpos de Seguridad: el posicionamiento de la Asamblea al servicio de la unidad, el sentido de Estado, la responsabilidad y la lealtad institucional; el respaldo inequívoco de las instancias europeas; y el comportamiento ejemplar de la sociedad ceutí, fueron factores decisivos para evitar el desastre". También ha indicado que siguen en Ceuta un 20% de las personas que llegaron a Ceuta de manera masiva e irregular, entre ellas, muchas menores, algo que los poderes públicos "con iniciativas y esfuerzos" tienen que solucionar. 

"Un problema de enorme envergadura cuya solución vuelve a reclamar unidad, política e institucional, responsabilidad y sentido de Estado".

Tras hacer un repaso por la historia de Ceuta y el legado portugués, Vivas se ha referido a las crisis. 

"En un corto espacio de tiempo Ceuta ha sufrido tres crisis demoledoras, el cierre de la frontera para el paso de mercancías y turistas; la pandemia; y el episodio del pasado mes de mayo. Pero Ceuta sigue en pie y saldrá adelante. Lo hará porque reinventarse, buscar nuevos horizontes, hacer de la necesidad virtud, es una constante de nuestra historia; porque son evidentes y notables las fortalezas y oportunidades; por el compromiso de apoyo asumido por quien puede y debe darlo; y porque somos una gran nación plenamente integrada en Europa. Por tanto, esperanza, mucha esperanza. En todo caso, creo que se deben cumplir cuatro condiciones, cuatro condiciones que, por otra parte, no son nuevas, han marcado las prioridades y el empeño de los últimos años:

La primera, unidad en la defensa de nuestra españolidad y de la concordia entre todos los ceutíes. Sí, la concordia, por un doble motivo, porque es bueno, nos enriquece, nos distingue, nos hace mejores, y porque es necesario; sin concordia, sin respeto, sin tolerancia, Ceuta no puede sobrevivir. Ojalá nunca nos demos cuenta de la importancia de estos valores por haberlos perdido. Además de justo y necesario, es posible, se trata de reconocer y apreciar nuestra diversidad cultural y de no utilizarla como arma para la confrontación política; se trata de no temer ni rechazar al otro por ser distinto; se trata de hacer cuanto esté a nuestro alcance para evitar que la sociedad ceutí se parta en dos mitades irreconciliables. Es posible vivir juntos y unidos al abrigo de una misma bandera y al amparo de una misma ley -igual para todos- y de una misma norma de convivencia, la Constitución.

La segunda, considerar a la frontera como una infraestructura estratégica para España y Europa, y actuar en consecuencia para que funcione como tal y parezca lo que es, y para que el control del tránsito de personas sea efectivo donde se encuentra, en el Tarajal, y no en el puerto.

La tercera, garantizar que la calidad de los servicios y suministros esenciales, la prosperidad económica, las oportunidades de empleo y la cohesión social sean equiparables a las del resto de España. Para lograrlo, se requiere una acción decidida, enérgica y continuada por parte del Estado, y que ahora, en las actuales circunstancias, resulta decisiva e inaplazable al objeto de ejecutar proyectos desde hace tiempo aplazados; reforzar servicios y áreas; y favorecer el tránsito hacia un nuevo modelo productivo sustentado en sectores de vanguardia y con potencial de crecimiento, la puesta al día del Régimen Económico y Fiscal Especial y el apoyo a nuestras empresas, a nuestras PYMES y autónomos, quienes tan solo aspiran a poder competir en condiciones de igualdad con otros mercados. De esta forma, será posible el arraigo de la población, transmitir confianza y combatir la sensación de abandono.

La cuarta, fortalecer el estatus de territorio integrado en la Unión Europea. Como complemento, unas buenas relaciones de vecindad con Marruecos basadas en el respeto recíproco y en la normalización de dichas relaciones.

Todas, razones y cuestiones de Estado, ha indicado el presidente "de las que depende el presente y porvenir de nuestra ciudad, y que, como tales, han de ser abordadas, por encima de intereses partidistas o colores políticos".

 

 

 

 

 

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