nuevo sistema de control en el tarajal

Las tarjetas no se agotaron

Las 4.000 tarjetas expedidas para controlar el paso de los porteadores no han sido distribuidas en su totalidad este martes debido a una inusual reducción en el tránsito de mercancías. 

4.000 tarjetas han resultado, a la postre, demasiadas. La entrada en funcionamiento del sistema de acceso a los polígonos mediante la distribución de tarjetas ha deparado una jornada de absoluta tranquilidad en los polígonos de El Tarajal, algunas quejas y una buena porción de rumores.

Desde la apertura del acceso del Tarajal II en torno a las siete y media de la mañana, los vigilantes de seguridad comenzaban a entregar a los porteadores una tarjeta cuya exhibición les autorizaría a volver a Marruecos cargados con mercancía. Sin tarjeta, nadie podría acarrear bultos hacia el país vecino.

Sin embargo, contra las previsiones de las autoridades, tan sólo 757 de estas autorizaciones han sido distribuidas entre los porteadores a lo largo de toda la jornada. Trece de ellas no han sido devueltas. Incluso, muchos de quienes conseguían la tarjeta, sin embargo, permanecían en los polígonos sin intención aparente de retornar sobre sus pasos con un fardo sobre los hombros.

El polígono se convertía en escenario de corrillos entre los que se difundían rumores acerca de que, quienes estaban consiguiendo entrar en Marruecos, eran sorprendidos por individuos que, más allá de los controles fronterizos, les obligaban a entregarles la mercancía. Muchos de los porteadores mostraban su recelo ante tales noticias mientras manoseaban su tarjeta sin saber a qué atenerse.

La detención en Marruecos de un grupo de individuos que había intentado recuperar mercancía incautada por las autoridades comenzaba a correr como la pólvora entre los habituales de los polígonos. Los arrestados serían los encargados de recibir los bultos al otro lado de la frontera para su distribución a los respectivos destinatarios. Muchos querían ver en la ausencia de los encargados de esta logística la razón de la paralización del trasiego de mercancía a través de la frontera.

 

Las pernoctaciones bajan

La implantación del sistema de tarjetas obtenía entre los porteadores un casi unánime rechazo. La caída en el precio del bulto, que rondaría los 25 euros, era atribuida a la reciente apertura del nuevo paso del Tarajal II y al nuevo sistema de autorizaciones, aun cuando éste apenas llevaba en vigor un par de horas. “Lo que va a suceder ahora es que, ante la reducción del número de porteadores, el precio del fardo va a subir”, comentaba, sin embargo, un pequeño empresario.

Uno de los objetivos que perseguía la reorganización de los tránsitos mediante el reparto de autorizaciones parece que se ha conseguido: poco más de una treintena de personas pernoctaba la noche de ayer lunes en el recinto de los polígonos. Ninguno de ellos ha podido cargar mercancía por no disponer de la tarjeta acreditativa.  

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