Tintes violeta, recuerdos y condenas: Ceuta planta cara a la violencia machista

El acto institucional ha centralizado en la plaza de África performances, el reconocimiento a instituciones a través de los premios de la Ciudad y Delegación del Gobierno, y la lectura de los nombres de las 37 víctimas mortales en lo que va de año

Treinta y siete víctimas mortales y casi once meses. Treinta y siete mujeres fallecidas a causa de una violencia invisible. Control del tiempo, la vestimenta y el dinero. Castigos de silencio. Dominio de su intimidad, del momento en que se tienen que mantener relaciones sexuales y cómo. Sumisión. Pruebas imposibles de superar. Treinta y siete vidas que ya no se pueden recuperar, pero a las que hoy se recuerda y visibiliza para que no sea ni una más.

Treinta y siete nombres que se recitaban en la plaza de África frente a un gran lazo violeta rodeado de velas. Mientras, silencio, recuerdo y reflexión. Con ellos finalizaba el acto institucional al que se unía Ceuta en este jueves 25 de noviembre en una prueba clara de plantarle cara a la violencia machista. Por desgracia, un año más hay que volver a visibilizarla, condenarla y clamar a una unión de lucha colectiva. “Porque es un día de luto, pero también de esperanza. Un día para gritar y abrazar”, decían los alumnos de la facultad de Educación de la UGR, que han abierto el acto con su perfomance ‘Salvando las cuerdas’.

Jornadas también de reconocimientos a aquellas instituciones que luchan y visibilizan esta lacra. Mientras que la Ciudad ha otorgado el XI Reconocimiento a la Lucha contra la Violencia de Género al Colegio de Abogados de Ceuta, por la prestación de asistencia jurídica inmediata y la excelente coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, contribuyendo a que las víctimas de violencia de género reciban una prestación inmediata, dada la situación de emergencia que presentan”. La Delegación del Gobierno ha reconocido con el Premio Meninas a Integralia, servicio adscrito a Cruz Roja Española y a Onda Cero Ceuta.

Un acto breve, intenso y emotivo, que deja un eco para que todos los días del año sean 25-N, porque el ‘Yo te creo’ no es fruto de ninguna efeméride, tan solo el primer paso para que no exista ningún listado empañado por nombres de mujeres asesinadas por su condición de género.

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