El conflicto de impagos de Hércules Servicios Generales de Integración, que acabó en una declaración de insolvencia y en un concurso de acreedores, ha derivado en que la Consejería de Educación y Cultura haya encargado al medio propio TRAGSA y TRAGSATEC para la prestación de varios de los servicios que realizaba la empresa, en concreto los de limpieza en las instalaciones del Centro Cultural de la Estación Ferrocarril, así como los de mantenimiento y limpieza de monumentos y atención al público en los museos del Revellín y la Basílica Tardorromana.
El portavoz del Gobierno en funciones, Alberto Gaitán, ha informado, tras el Consejo de Gobierno, este encargo se realiza por un periodo de siete meses, que podría ser prorrogable por otros tres, por un importe de 155.000 euros en el caso de la limpieza y de 135.000 en el de atención al público, además de la subrogación de 12 de trabajadores.
La Ciudad Autónoma también ha incluido las partidas presupuestarias para hacer frente a posibles demandas de los trabajadores subrogados por las cantidades adeudadas por la empresa Hércules. 43.000 euros, para el servicio de limpieza y 97.000, para atención al público. Unas cuantías que sólo se harían efectivas en el caso de que las denuncias de los trabajadores prosperaran.
