¿Ha llegado el momento de retomar el proyecto del túnel que unirá España y Marruecos?

El proyecto se inició hace 42 años, avanzó muy poco a poco y se paralizó con la crisis del año pasado entre los dos países. La visita de Sánchez a Rabat podría dar el impulso definitivo a esta idea.

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photo_camera Recreación de cómo serían los túneles que irán bajo el agua y que unirán España y Marruecos (LA RAZÓN)

El Gobierno español y el marroquí llevan tratando de unir ambos territorios más de 42 años. El proyecto sobre la construcción de un túnel que uniera España y Marruecos data de 1979 cuando los reyes Hassan II y Juan Carlos I firmaron la Declaración Común Hispano-Marroquí.

Para la construcción de este túnel se llegó a crear un Comité Mixto entre ambos países formado por diez miembros: cinco españoles y cinco marroquíes, y dos sociedades de estudio. Durante muchos años se dieron pasos muy cortos pero firmes con el objetivo de poner en marcha esta iniciativa que sin duda reportaría beneficios económicos a todos.

El año pasado, justo antes del estallido de la crisis diplomática por el tema de Brahim Ghali, ambos países se reunieron telemáticamente para hablar sobre el tema al más alto nivel ministerial. La idea era volver a reunirse aunque la rotura de las relaciones lo impidió.

Ahora la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Rabat en la que se entrevistó con el rey Mohamed VI en abril ha podido servir para mejorar las relaciones y por consiguiente dar el impulso definitivo a este proyecto que nunca ha estado enterrado ni olvidado.

¿Cómo y cuándo podría estar listo el túnel?

Partiendo de la base de que no hay nada firme y que todos son elucubraciones, el túnel sería de 38,7 kilómetros, de los cuales 27,8 serían submarinos, y conectaría Punta Paloma (Tarifa) y Punta Malabata (Tánger). Se trata de la ruta menos profunda entre los dos continentes. La profundidad máxima sería de 300 metros y la pendiente máxima del 3%.

Según publicaba hace unos días el diario La Razón, esta opción permite la construcción con técnicas accesibles y ya probadas, su explotación se desarrollaría en ausencia de interferencias con la navegación marina y sin riesgo de colisión; produciría un impacto mínimo sobre el medio ambiente, al ir soterrado; su construcción y explotación se pueden programar por fases, adaptando el proyecto a la demanda y permitiendo diferir las inversiones en el tiempo y, además, tiene un coste significativamente menor.

El proyecto prevé el transporte de pasajeros y mercancías entre dos terminales con trenes lanzadera para vehículos y camiones, a lo que habría que sumar trenes convencionales de viajeros y mercancías. 

Estos trenes podrían circular a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, siendo la duración del trayecto entre ambas terminales de unos 30 segundos.

Además, se construiría también una galería de servicio y seguridad, un tercer túnel, que, aunque de menor diámetro, permitiría albergar los servicios, facilitar el mantenimiento durante la explotación y, por supuesto, garantizar la seguridad de los pasajeros y trabajadores usándose como acceso de los equipos de rescate y vía de evacuación si fuese necesario.

De momento no ha trascendido si este tema estará en la agenda que ambos países fijarán para una cumbre bilateral que se debería realizar antes de que finalice 2022. Si todo marcha según lo previsto y el proyecto se retoma, el túnel podría estar listo entre los años 2030 y 2040.

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