Un grupo de personas que aguardaba la llegada del autobús el pasado martes en Puertas del Campo interrumpió el tráfico en protesta por la decisión de la empresa de transporte de no detener sus vehículos en una parada que considera conflictiva. La ocupación de la calzada obligó al conductor del autobús a interrumpir su itinerario, pese a lo cual, y a indicaciones del inspector de la empresa que le acompañaba, no permitió que los usuarios accediesen al interior del vehículo.
Solo la intervención de la Policía disuadió a los concentrados y permitió que el autobús continuase su servicio.
La decisión de obviar algunas de las paradas de las líneas que conducen al entorno de la frontera y el Hospital Universitario es la respuesta que empresa y trabajadores han dado a los actos vandálicos que han sufrido en los últimos meses en esas rutas. Los autobuses no se detienen en determinadas paradas en el horario que coincide con el fin de las clases escolares porque los responsables de los ataques han sido identificados como menores. Los autobuses cubren las líneas con escolta policial.