Amgevicesa celebra sus elecciones sindicales más convulsas

La jornada se abría con una queja ante la evidencia de que cuando tan solo habían votado cuatro electores, las urnas ya recogían cinco papeletas en su interior.

Una de las dos mesas electorales instaladas en el Palacio de la Asamblea (C.A.)
photo_camera Una de las dos mesas electorales instaladas en el Palacio de la Asamblea (C.A.)

amgevicesa eleccionesLa plantilla de la sociedad municipal Amgevicesa acude hoy a las urnas para elegir a sus representantes sindicales. La cita llega después de un azaroso proceso caracterizado por el enfrentamiento abierto entre los sindicatos, una guerra que también ha alcanzado a la gerencia de la empresa.

Las votaciones han arrancado a las diez de esta mañana en los bajos del Palacio de la Asamblea y se prolongarán hasta las seis de la tarde. 215 trabajadores están llamados a las urnas.

El día no ha comenzado de manera pacífica. Según ha denunciado el sindicato UGT, nada más iniciarse las votaciones, y cuando solo cuatro electores había depositado su voto, en el interior de las urnas se contaban ya cinco papeletas. Esta singular circunstancia ha llevado a los ugetistas a anunciar que presentarán una impugnación para que se aclare cómo las urnas recogían un número de votos mayor al de los electores que habían participado hasta entonces.

El proceso electoral se inició con la impugnación presentada por el sindicato UGT y aceptada por el árbitro designado por el Área de Trabajo de la Delegación del Gobierno. A mediados del pasado mes, un laudo arbitral resolvía la suspensión de las elecciones por irregularidades en el censo. Finalmente, y una vez atendidas las objeciones planteadas en el laudo, el proceso continuó con su tramitación.

CCOO y UGT venían exigiendo que, tal y como acordaron en su día, las elecciones en Amgevicesa, al igual que el resto de procesos electorales, se pospusieran a noviembre en atención a la situación sanitaria en la que se encuentra la ciudad. CSIF se negaba a ello al no sentirse vinculado por tal acuerdo.

En plena batalla sindical, el gerente de la sociedad, José Luis Fernández Medina, salía a la palestra para hacer unas declaraciones que, inmediatamente, fueron desautorizadas por los sindicalistas de CCOO y UGT. Ambas organizaciones sugirieron que la gerencia había tomado parte en el proceso electoral, una imputación que Fernández Medina no tardó en negar.