Las Brigadas Verdes dicen «no» a Tragsa

Por una diferencia de solo 13 votos, los trabajadores, dependientes de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, rechazan incorporarse al Medio Propio y se preguntan «y ahora ¿qué?» con las dudas sobre el futuro de sus puesto de trabajo

Brigadas Verdes
photo_camera Brigadas Verdes (Archivo)

«Sí o no pero ¿a qué?» es la pregunta que se han repetido la mayoría de los 120 trabajadores de las Brigadas Verdes que han participado este miércoles en el referéndum sobre si pasar a depender de Tragsa, con unas condiciones laborales que no se han puesto 'negro sobre blanco', para dejar de depender la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) de Ceuta.

De los 134 trabajadores que podían expresar su opinión, la votación no es vinculante, han votado 120, con 53 síes, 66 noes y un voto en blanco. Un resultado ajustado que es lo que más ha sorprendido a quienes han decido en esta cuestación, sin validez legal, en una urna instalada en la propia sede de la Federación Provincial de la Asociación de Vecinos.

La administración local solo ha dado a conocer a la plantilla un dato, el del presupuesto, que pasaría de 3,5 millones de euros al año a 4,6, pero del resto de condiciones, los trabajadores no tienen constancia, más allá de las declaraciones que hayan hecho desde los sindicatos o desde la Ciudad, pero sin un documento que acredite cuáles serían las condiciones por las que Tragsa absorbería al personal de las Brigadas que tiene 15 de vida formando parte, desde su inicio, en la FPVA.

Las promesas del Ejecutivo a los trabajadores de una jornada laboral de cuatro días de trabajo por semana y mantener o incluso mejorar sus salarios una vez integrados en el marco del Convenio estatal de Jardinería, al pasar a formar parte del Medio Propio, no han convencido a 66 de los trabajadores que han expresado su opinión, porque, como aseguran, son solo promesas.

La negativa de los trabajadores de las Brigadas Verdes a formar parte de Tragsa es la segunda que recibe el Gobierno, ya que en 2020 ya se le cuestionó por el tema, rechazándolo.

Ahora, la 'pelota' está de nuevo en el tejado del Gobierno que deberá 'mover ficha' pero a los trabajadores de las Brigadas Verdes les asalta  «una pregunta seria», como la ha definido un integrante de la plantilla «y ahora ¿qué?». Su futuro sigue siendo tan incierto como hace dos años y temen que, «como siempre», que el eslabón se rompa por la parte más débil de la cadena: el de los trabajadores.

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