CSIF ahonda en su guerra con CCOO con la subrogación del personal de los autobuses como escenario

CSIF plantea cambios en el acuerdo de subrogación del personal de Hadú-Almadraba a Amgevicesa. El sindicato calificó en su día ese acuerdo de «fraudulento», reproches que fueron desautorizados por CCOO, firmante del pacto, y por la Gerencia de Amgevicesa.

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La batalla sindical entre CSIF y CCOO continúa. CSIF ha emitido este martes un comunicado en el que plantea un acuerdo para modificar las condiciones de la subrogación del personal de la extinta Hadú-Almadraba a Amgevicesa. El traspaso a Amgevicesa de los trabajadores de la empresa de autobuses se pactó entre la sociedad municipal y CCOO tras la municipalización del servicio.

Ahora, CSIF, que dispone de la mayoría en el comité de Amgevicesa, plantea cambios en un acuerdo que en su día calificó de «fraudulento». Las descalificaciones lanzadas por CSIF al pacto sellado entre CCOO, sindicato más representativo en Hadú-Almadraba, y Amgevicesa fueron desautorizadas tanto por la organización sindical señalada como por la Gerencia de la sociedad pública.

Días después de aquel rifirrafe, CSIF vuelve a la carga con una propuesta de acuerdo que, según refleja en su comunicado, establece unas «condiciones justas» para el personal subrogado frente a las «inaplicables condiciones» del acuerdo anterior.

Según sostiene CSIF, su propuesta permitirá a la plantilla del servicio de autobuses acceder al pago de  atrasos a los que, según mantiene, habría  renunciado CCOO, al tiempo que recoge algunas demandas como  la jornada especial, la jornada ininterrumpida, el complemento personal transitorio, la compensación de los excesos de jornada y el establecimiento de los servicios especiales por fiestas patronales.

«Estas modificaciones buscan dar normalidad a la subrogación y mejoran considerablemente las condiciones laborales de toda la empresa Amgevicesa, como ya consiguió CSIF con la aprobación del convenio colectivo actual», sostiene el sindicato, que vuelve a lanzar un dardo a CCOO, al que acusa de «renunciar y cercenar los derechos consolidados de los trabajadores».

 

Guerra sindical

Esta guerra sindical escribió su primer episodio el pasado 20 de febrero con una rueda de prensa conjunta de las secciones de CSIF y UGT en la Ciudad. En aquella ocasión, ambos sindicatos acusaron al Gobierno de «paralizar» todos los avances de los derechos reivindicados por los trabajadores municipales y señaló a CCOO.

Aquellas acusaciones se tradujeron en una Mesa de Negociación en la que el Gobierno local consiguió pactar la Oferta Pública de Empleo para 2023 con CSIF, UGT y CCOO.

Días más tarde, CCOO convocaba otra rueda de prensa en la que acusaba a CSIF y UGT de constituir una «unión temporal de sindicatos» reunida por lo que los sindicalistas calificaron de «interés político».

Más tarde, el Gobierno firmaría un acuerdo con los tres sindicatos para avanzar en las reivindicaciones de las plantillas municipales, un pacto que CSIF y UGT se atribuyeron como propio obviando que la firma de CCOO figuraba también en el documento.