agresión a los vigilantes de seguridad

Marea Negra aboga por crear pisos tutelados para los menores de La Esperanza

La Asociación también denuncia las agresiones que sufren a diario los vigilantes de seguridad del Centro La Esperanza. Agresiones físicas pero sobre todo verbales. 

la esperanza menores
photo_camera Centro de Menores La Esperanza (ARCHIVO)

La Asociación Marea Negra que defiende los derechos de los trabajadores de la Seguridad Privada quiere denunciar las agresiones que están sufriendo los vigilantes de seguridad que desempeñan su trabajo en el Centro de Menores La Esperanza.

La Asociación exige a la administración una actuación inmediata ya que estas agresiones “no son casos aislados, sino que son el día a día en este centro”, asegura el vicepresidente de esta entidad, José Antonio Carbonell, quien fecha la última agresión sufrida por un vigilante el pasado martes. Carbonell ha querido matizar que las agresiones son físicas, alrededor de siete al año, pero sobre todo, las más numerosas, las verbales. 

“Somos conscientes de que estos centros no están lo suficientemente capacitados ni adecuados para dar respuesta a las necesidades de estos jóvenes, ya que la escasez de medios así como de personal es más que evidente, por lo que las funciones a desarrollar se hacen cuesta arriba y son prácticamente imposible de llevar a cabo”.

Marea Negra propone firmar convenios colaboradores con instituciones privadas dedicadas a la gestión de estos centros, “bajo la atenta mirada de la administración”. También habla de crear un reglamento interno, redactado por la propia administración, donde se marquen las pautas y protocolos de actuación para todo el personal del centro.

La Asociación considera ilógico que en unas mismas instalaciones convivan niños de ocho años con adolescentes de 18. “Lo más conveniente sería la creación de una red de pisos tutelados por la Ciudad para que una vez finalizada su estancia en el centro sigan protegidos y amparados”. En estos pisos permanecerían los jóvenes, según Marea Negra, hasta que estuvieran integrados en la Sociedad.