La incertidumbre sobre el futuro de los trabajadores de Arasti Barca, empresa dedicada a la prestación de servicios de monitor y socorrista en las piscinas municipales, continúa sin despejarse. La empresa no ha hecho efectivas las medidas promovidas para el recorte de personal y los horarios, para lo cual disponía de un plazo de tiempo que ya ha expirado. Así, ni la reducción de los horarios ni el expediente de regulación temporal de empleo entrarán en vigor, al menos de momento.
Las protestas de la plantilla se iniciaron el pasado junio cuando la dirección resolvió el despido de cuatro empleados. Los representantes de los trabajadores reclamaron su readmisión y señalaron al Instituto Ceutí de Deportes (ICD) como responsable. La respuesta del Gobierno de la Ciudad a las peticiones de la plantilla no satisfizo a los afectados.
“Todo queda ahora para septiembre, pero seguimos sin saber a qué atenernos”, explica la portavoz de los trabajadores, Elena Mateo. La intención de la plantilla es ahora la de entrevistarse con el nuevo consejero de Deportes, Emilio Carreira, quien asumía la dirección del departamento el mes pasado.
Paralelamente, los trabajadores aguardan noticias sobre el proceso de adjudicación del nuevo contrato que compromete a Arasti Barca. Según informó en su día el Gobierno, la futura nueva adjudicación se planteará con una vigencia de un año prorrogable por otro para servicios que se habrán de desarrollarse en el pabellón Guillermo Molina.
La plantilla de Arasti Barca está actualmente integrada por 13 monitores y 4 socorristas.
