recomendaciones del instituto de gestión sanitaria

Cómo actuar para prevenir y tratar la picadura de la "falsa medusa"

El Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha difundido una serie de recomendaciones para prevenir y tratar las picaduras de las carabelas portuguesas. Decenas de ejemplares han aparecido hoy en las playas de La Ribera y San Amaro.

carabela portuguesa falsa medusa
photo_camera Operarios muestran las carabelas capturadas en el interior de una bolsa (J. Ch.)

El Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha hecho públicas una serie de recomendaciones para prevenir y tratar la picadura de las carabelas portuguesas, una “falsa medusa” cuya presencia se ha advertido hoy en las playas de la ciudad. La picadura de la carablea portuguesa es muy dolorosa pero rara vez mortal y el dolor desaparece pasadas un par de horas. Aún inertes, su veneno permanece activo.

La dirección médica del Ingesa ya ha alertado a los servicios de guardia ante la contingencia de que se registre algún herido.

 

carabela portuguesa falsa medusaRecomendaciones del Ingesa

Cómo evitar las picaduras

• No subestimar la situación. La única manera de evitar las picaduras es no bañarse, ni siquiera en la orilla, ni mojarse con agua recogida en cubos, que puede contener fragmentos.

• No tocar nunca las medusas, ni siquiera las que quedan varadas en la arena o los fragmentos de ellas, pues el poder urticante persiste, aunque estén muertas.

• Si se ha tocado alguna, aunque no se haya tenido ningún tipo de reacción, no llevar las manos a los ojos o boca, ya que son zonas mucho más sensibles.

• Atender y seguir las indicaciones y advertencias que existan en la playa (megafonía, carteles, señales, banderas…) o difundidas a través de los medios de comunicación.

• Si se ven medusas y no existe ningún aviso, informar al puesto de vigilancia más cercano o a las autoridades locales.

• El uso de cremas de protección solar, puede disminuir el riesgo de picaduras, pero no las evita totalmente.

• Utilizar prendas protectoras que cubran la totalidad de la superficie corporal (gafas, trajes de neopreno, guantes, escarpines…).

• Los niños son especialmente sensibles: vigilarlos e instruirlos y no bañarlos, en ningún caso.

• Grupos de riesgo: niños, ancianos, personas con antecedentes alérgicos, cardiovasculares o asmáticos, o que hayan sido picados previamente por medusas, deben evitar el contacto con medusas.

 

Cómo actuar en caso de picaduras

• No rascar o frotar la zona afectada, ni siquiera con una toalla o con arena, esto no hará más que activar los cnidocitos restantes, por efecto de la presión.

• Lavar la zona con suero fisiológico, en su defecto agua de mar asegurándose de que no contenga fragmentos de tentáculos, pero nunca con agua dulce.

• No aplicar amoniaco, orina o vinagre.

• En caso de no poder acudir a un puesto de salvamento y socorrismo, quitar los restos de tentáculos adheridos a la piel con pinzas; en su defecto puede usarse algún objeto de borde fino.

• Para aliviar el dolor aplicar frío, hielo, de forma intermitente, durante unos 5-15 minutos, sin frotar y evitando el contacto directo del hielo con la piel. Nunca aplicar calor, ni exponer la zona afectada al sol.

• Sintomáticamente, pueden utilizarse geles o pomadas específicas, antihistamínicos y analgésicos.

• En caso de herida, se aconseja la aplicación de un antiséptico, tres veces al día, hasta que cicatrice la herida.

• Acudir al puesto de socorro de la playa o al centro de salud más cercano.

• Si la persona afectada tiene antecedentes de picaduras, vigilar la posible aparición de reacciones alérgicas inmediatas o tardías.