Ceuta cuenta con un nuevo pudridero de tetrápodos marinos en el Barranco Piniers. Esta mañana la Asociación Septem Nostra ha dado a conocer las nuevas instalaciones con las que cuenta la ciudad para analizar e investigar de manera profunda los huesos de los cetáceos y las tortugas marinas que quedan varadas en las costas ceutíes.
Hace unos meses, estas instalaciones se encontraban ubicadas en Santa Catalina pero las obras realizadas del nuevo parque han hecho desaparecer este servicio. El Biólogo Marino de la Asociación, Óscar Ocaña, ha asegurado que el camino para hacer realidad este nuevo pudridero no ha sido fácil, pero gracias a la colaboración de diferentes organismos el proyecto ha salido adelante.
Por su parte, el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez, ha destacado el salto cualitativo que supone contar con un área digna para trabajar sobre estos animales. "El pudridero anterior no contaba ya con las condiciones óptimas para realizar este tipo de labores".
Las nuevas instalaciones han sido posible gracias a la ayuda y colaboración de Makerel Medioambiental que ha cedido el terreno de manera gratuita, una empresa localizada en Ceuta dedicada a recepción, descontaminación, desmontaje, reciclado, desguace y prensado de todo tipo de vehículos, furgonetas, chatarra y de residuos en general, tanto metálicos como no metálicos.
En estos momentos, el nuevo pudridero cuenta con huesos de calderones, tortugas laudes y un delfín. La empresa Athisa, que también colabora en el proyecto, es la que se encarga de recoger a los animales varados y llevarlos hasta el Barranco Piniers, allí los cetáceos y tortugas se pudren, se descomponen y es cuando se estudian los huesos para su posterior divulgación.
Por otro lado, Sanidad Animal, departamento dependiente de la Consejería de Sanidad, se ha comprometido a conseguir un nuevo contenedor que sirva de almacén de los huesos de los animales marinos encontrados.
