Ceuta recuperó 78 toneladas de aceites usados en 2019

Se realizó a través de 200 recogidas registradas y atendiendo con ello a 66 establecimientos productores.

Cambio de aceite_op
photo_camera Cambio de aceites en un taller (CEDIDA)

La crisis del Covid-19 ha supuesto para el sector de los aceites industriales una convulsión sin precedentes. La ralentización de la actividad industrial y la paralización de la automoción han provocado una caída de las ventas de lubricantes de cerca del 40% entre los meses de marzo y mayo. En el mismo sentido, el tejido empresarial dedicado a la gestión del residuo en Ceuta ha sufrido un desplome de actividad que podría comprometer su viabilidad, y por tanto la recogida de este residuo peligroso. Ante ello, SIGAUS, el sistema integrado de gestión de aceites usados, ha reaccionado multiplicando por 6 la financiación aportada a estas empresas, que en 2019 recogieron 78 t de aceites usados en Ceuta y prestaron servicio a 66 establecimientos que generaron este residuo.

Tras la crisis del Covid-19, SIGAUS apuesta este 2020 por contribuir a la recuperación económica y social de Ceuta en clave ambiental. Conocedores de la importancia de este momento de ‘reconstrucción’, y del papel impulsor que la Economía Circular debe jugar en la misma, SIGAUS ha incrementado de forma notable la financiación de la recogida del aceite usado para contribuir a la supervivencia del sector gestor y garantizar que este residuo peligroso se sigue recogiendo y tratando, evitando un importante impacto ambiental, y generando con él nuevas materias primas, además de ahorrar emisiones de efecto invernadero y consumo energético.  

Impulsar la recuperación respaldando a la red gestora

El residuo que generan los aceites lubricantes procedentes de los motores de los vehículos y la maquinaria industrial contiene sustancias tóxicas y metales pesados que lo convierten en un potente enemigo para el medio ambiente. Desde 2007 el sistema SIGAUS se encarga de su recogida y correcta gestión en toda España, gracias a una red de casi 200 instalaciones gestoras, 1 de ellas ubicada en Ceuta.

Se trata, en muchos casos, de pequeñas empresas de carácter local que este año han visto amenazada su subsistencia debido a la pandemia. Ante la paralización de su actividad, con una caída media del 40%, SIGAUS ha llevado a cabo una modificación total del modelo de financiación aplicado hasta ahora y que estará vigente hasta finales de año, para asegurar la continuidad de la recogida del aceite usado, con independencia de la cantidad o del lugar donde se produzca el residuo. Así, SIGAUS está abonando desde el mes de abril una cantidad fija mensual a cada una de estas empresas, en función de la actividad realizada el año pasado, proporcionando una línea estable de ingresos desvinculada de la precaria situación de 2020. El cambio puede llegar a suponer (tomando como referencia la actividad real registrada en el mes de abril) un incremento en la cantidad percibida por tonelada recogida cercano a 6 veces la cantidad percibida en 2019. Adicionalmente, se han agilizado los plazos de pago a estas empresas (de 60 a 30 días) con el fin de inyectar liquidez en el sector.

Intensa actividad con grandes beneficios ambientales

Durante 2019, en Ceuta se recogieron y reciclaron un total de 78 t de aceites industriales usados, a través de más de 200 recogidas registradas y atendiendo con ello a 66 establecimientos productores. 43 de estos establecimientos tenían que ver con la automoción, 2 eran industrias y 21 realizaron otras actividades (construcción, servicios o instalaciones de la Administración, entre otras). 

Una vez recogido, el aceite usado se traslada a instalaciones especializadas para su análisis previo y tratamiento final con el objetivo de que pueda ser 100% aprovechado, bien como base lubricante para la fabricación de nuevos aceites (regeneración) o bien como combustible de características similares al fuel óleo (valorización energética).

En el caso de Ceuta, el aceite usado finalmente gestionado, una vez retirados los impropios de agua o lodos que puede contener el residuo, fue de 79 toneladas (una cifra mayor que la recogida bruta debido a que existía un estocaje previo en las plantas gestoras), de las que el 100% se destinó a regeneración, el tratamiento prioritario por sus importantes beneficios ambientales y económicos.

Gracias a la regeneración, en 2019 fue posible retornar al mercado en Ceuta un total de 49 t de nuevos lubricantes. Además de la obtención de estas materias primas (para las que, de no contar con el aceite usado, se hubieran necesitado 23.000 barriles de petróleo), la regeneración es un proceso que aporta importantes beneficios en la lucha contra el cambio climático y que, en el caso de Ceuta, supuso evitar la emisión a la atmósfera de un total de 52 toneladas de CO2.