El abandono de los Jardines de la Argentina ya comienza a ser preocupante

Una visita a los Jardines de la Argentina en las "puertas del campo" debería dejar a quien la haga una grata sensación. Es un lugar que se sitúa frente al Complejo Monumental de las Murallas Reales y posee todos los elementos de un parque para el descanso, la lectura, la charla con un amigo o el entretenimiento.

Sin embargo, la realidad es otra. Los Jardines de la Argentina no tienen de la Ciudad la atención que merece. Ya desde lo alto, bordeándolos por la acera se puede observar suciedad en el césped, la misma o más cada día. Latas, botellas, cajetillas de tabaco, plásticos y -créanlo- hasta un viejo somier que en semanas, quizás meses, nadie ha retirado. 

En el interior del parque resulta penoso ver algunos bordillos rotos, parterres mal cuidados e invadidos por malas hierbas, bolardos arrancados, pintadas en paredes que afean el lugar y que nadie las borra desde tiempo inmemorial, piedras levantadas y bancos sin su respaldo que alguien ha descuajado. La zona de juego para los más jóvenes tiene el suelo deteriorado y levantado.   

Es el parque además de todos los vecinos que viven en la Estación del Ferrocarril, que pasan por allí y a diario, que pasan sus ratos libres y pasean por el lugar, observando como va a más el deterioro de los jardines por la dejadez de los gobernantes. 

Lo que debería ser un sitio cuidado, bonito y emblemático carece desde hace tiempo del mantenimiento que necesita por los servicios de la Ciudad. Un descuido medioambiental que no puede perdonarse a las autoridades.