Los candidatos se distribuyen por distintas zonas de la ciudad para decir adiós a una quincena que se preveía más bronca de lo que finalmente ha sido

La campaña echa la persiana

El Príncipe Felipe, La Almadraba, el Parque Marítimo, el Polígono Virgen de África, Hadú y el centro de la ciudad son los emplazamientos escogidos por las distintas candidaturas para despedir la campaña electoral. 

Carteles electorales frente al Ceuta Center (C.A.)
photo_camera Carteles electorales frente al Ceuta Center (C.A.)

La campaña electoral toca a su fin. Las nueve formaciones políticas que concurren a las elecciones locales del próximo domingo se han distribuido por distintas zonas de la ciudad para despedir una quincena que no ha resultado ser tan áspera políticamente como parecía anunciarse.

La contienda electoral más abierta de los últimos veinte años animaba a los candidatos en el primer día de campaña a elevar el tono. El más animoso fue el candidato popular Juan Vivas, quien arrancó la jornada acusando a Caballas de haber experimentado “un proceso de radicalización” que, a su juicio, colocaba a la coalición en el mismo espacio extremista que a Vox.

La candidata por MDyC, Fátima Hamed, tampoco tardó en ofrecer su aportación a la controversia. Hamed acusó al PSOE de un intento de compra de votos a cambio de puestos de trabajo en el Plan de Empleo. Los socialistas recibieron la denuncia, que no llegó nunca a los tribunales, con indiferencia. “No entramos en dimes y diretes”, se limitó a replicar el candidato del PSOE, Manuel Hernández.

Hamed anunció que haría más revelaciones sobre actividades irregulares a lo largo de la campaña, cosa que nunca hizo.

El ambiente electoral había comenzado a caldearse, sin embargo, algunos días antes. También en esta ocasión fue el popular Vivas quien prendió la mecha del debate. Vivas anunció por primera vez y de manera categórica que su partido no pactaría con Vox fuera cual fuese el resultado de las elecciones del 26 de mayo.

El candidato popular consiguió activar al resto de sus adversarios, que comenzaron también a hacer declaraciones sobre futuras coaliciones de gobierno. Las más significativas de todas ellas fueron, sin duda, las que ofreció a los periodistas el socialista Hernández. “Nosotros no descartamos absolutamente nada porque ante todo anteponemos los intereses de Ceuta”, respondió Hernández a la pregunta de si su partido descartaba un pacto poselectoral con el PP. Apenas tres horas más tarde, el socialista se desdecía de las palabras que acababa de pronunciar ante la prensa. “No vamos a pactar con el PP: se puede decir más alto pero no más claro”, sostenía ahora.

Los mensajes de Vox y las réplicas del resto de candidaturas, que acusaron al partido de Abascal de poner en riesgo la convivencia en la ciudad con sus propuestas, constituyeron otro frente que hacía presagiar una campaña dura y áspera. Sin embargo, el transcurrir de los días vino a atemperar los ánimos.

Desde la primera semana, los candidatos se conformaron con lanzar sus mensajes electorales limitando abrir controversias con los adversarios. Incluso, algunos de los partidos, como el PP y, sobre todo, Vox redujeron al mínimo los encuentros con la prensa.