Pero que no cunda el pánico, o no mucho por lo menos.
Todo tiene solución, creo. Tienes dos opciones, o coges a tu familia y huyes del país…
O coges al toro por los cuernos y haces “números” muuuchos “números”.
Vamos que necesitas un master, ya no te digo de finanzas de Harvard, si no de Artes Mágicas en Hogwarts.
Manos a la obra... ahí van nuestros consejos.
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