Los agricultores autóctonos de los alrededores de la provincia de Ouezzane se conectan a los postes eléctricos, que proporcionan iluminación a las aldeas, para abastecer de fluido eléctrico a las bombas de aguas de los pozos y regar las áreas cultivadas con cannabis.
Muchos de los dueños de las tierras que conforman la comuna de Zoumi y sus alrededores han dejado de dedicarse a sus anteriores labores agrícolas para pasar al cultivo del cannabis, después de que los mismos se hayan dado cuenta de la pasividad con la que las autoridades tratan este asunto.
Según uno de los residentes en la zona afectada, la utilización de la electricidad para bombear el agua provoca largos cortes de luz y de agua durante el día. Pese a ello, los afectados no pueden denunciar oficialmente los hechos por temor a posteriores represalias por parte de los agricultores.
Ante la situación, aseguran que las autoridades están al corriente de absolutamente todo, por lo que la población no puede hacer más que recurrir a los agricultores para reparar las barreras causadas por la presión sobre la corriente debido a la gran cantidad de bombas que usan esta fórmula de abastecimiento.
Los campesinos tampoco cuentan con permisos para cavar pozos para asegurarse el abastecimiento de agua para sus tierras, después de que el único río que pasa por la zona se haya secado provocando que la población tenga que desplazarse para buscar nuevos manantiales o fuentes con el objetivo de satisfacer las necesidades de sus familias y de su ganado.
La inacción de las autoridades, que no quieren tener problemas con los agricultores, ha alentado a muchos campesinos de la región a cambiar el cultivo de hortalizas por una actividad agrícola que les proporciona muchos más ingresos, como es el cultivo del cannabis.
