Son alfombras bereberes tradicionales y naturales, están hechas de lana de oveja procedentes de la Cordillera del Atlas. Cada una está hecha por una mujer en Marruecos que recibe un salario entre 2 y 3 veces superior al de los trabajadores de la zona. Las artesanas pueden trabajar desde casa ganándose la vida y, al mismo tiempo, darles a sus hijos una educación. Cuando la artesana ha terminado la alfombra y el cliente la recibe, encontrará su nombre en la etiqueta y tendrá la posibilidad de enviarle un correo electrónico para darle las gracias por su trabajo.
Sukhi es la única empresa que ofrece alfombras bereberes con tantas opciones personalizadas y además, es un proyecto social.Lo que buscan es hacer feliz a la gente: a los artesanos que fabrican las alfombras, a sus familias y a los clientes.
Fuente: Comunicae