El documento destaca dos riesgos: presión a la baja de la rentabilidad de las entidades y descenso de la actividad crediticia, por una parte, y potencial corrección de precios en los mercados financieros, especialmente por culpa de la política monetaria de los EEUU, que podrían agravarse si Trump una guerra arancelaria.
Los bancos no son rentables
El Banco de España cree que el negocio bancario español no funciona especialmente bien porque los márgenes son muy estrechos pero, y esto parece más sorprendente, porque el crédito decrece.
A pesar de que ela banca presiona el crédito al consumo y vuelve al mercado hipotecario es cierto que la política monetaria expansiva se ha agotado. El crédito ha crecido con tipos bajos, pero es evidente que la gente, a pesar de lo que se dice, se está conteniendo, debido al nivel de renta.
El supervisor bancario considera que España está agotada bancariamente, por lo que sólo aquellas de nuestras entidades con posición internacional superarán son éxito la situación actual. Los demás están condenados a fusiones; el Banco de España quiere que los bancos concedan crédito pero no que asuman riesgo.
Un par de décadas más de innovación tecnológica y fintech y la banca española, como dice el Banco de España, va a quedar reducida a muy pocas entidades.
Activos tóxicos
A comienzos de este año, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s rcomendó a la banca que sellara grandes operaciones con el objetivo de reducir sus activos tóxicos. Pero el Banco de España considera que las entidades españolas no son precisamente las últimas de la fila de Europa en hacerlo.
En 2017 redujeron sus activos dudosos totales nada menos que en más de 29.000 millones de euros, hasta situarlos en una cifra ligeramente superior a los 116.000 millones de euros.
A lo largo del año pasado, redujeron sus activos dudosos totales nada menos que en más de 29.000 millones de euros, hasta situarlos en una cifra ligeramente superior a los 116.000 millones de euros. En los últimos cuatro años, la banca se ha desprendido de la mitad de los activos tóxicos que tenía en diciembre de 2013.
Agencias
Pese a los 90.000 empleos que la crisis se ha llevado por delante. Las entidades encaran ahora una nueva etapa que también afecta a la reorganización de sus espacios y plantea varios retos: reducir costes, incrementar la eficiencia, adaptarse a lo digital y responder a un nuevo perfil de cliente.
Todos estos cambios les está obligando a implantar una serie de medidas que reduce el número de oficinas y sucursales y éstas son cada vez más sofisticadas, con un mayor predominio de la tecnología y una clara preocupación por el impacto ambiental de las instalaciones.
El efecto más visible es la reducción del número de oficinas y sucursales. En España hay actualmente 28.181 sucursales, frente a las más de 46.000 que había en 2008. La banca española podría prescindir de 20.000 sucursales más, quedándose con menos de 10.000 en total" España cuenta ahora con 6,7 sucursales bancarias por cada 10.000 habitantes, frente a las 5,7 de Francia, las 3,5 de Alemania o las 1,7 de Reino Unido.