Guardia Civil

Cae el mayor ciber-estafador de España: 23 años, escurridizo y violento

Los ingresos de esta persona ascendían en ocasiones a 300.000 € al mes, utilizando para ello un grupo criminal que tenía a sus órdenes y a los que pagaba un sueldo por su trabajo. 

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 La Guardia Civil, en la denominada operación LUPIN y bajo la dirección del Juzgado de 1ª instancia e instrucción nº 4 de Requena, ha detenido a J.A.F, de 23 años de edad y nacionalidad española, considerado el mayor ciber-estafador en la historia de España, sobre el que recaían más de 25 requisitorias judiciales de detención por todo el territorio nacional, lo que lo convertía en objetivo prioritario para todas las policías de nuestro país.

La operación se inició tras detectar el Departamento de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, una serie de posibles estafas que afectaban a multitud de personas en diferentes puntos de España, todas ellas con varios patrones en común.

Se trata de una serie de ciber-estafas cometidas principalmente por la venta de productos de electrónica de consumo en tiendas online fraudulentas, a través de páginas web copiadas de tiendas totalmente legales y de conocido prestigio en el mercado online, llegando a utilizar incluso sus logos y nombres de marca, todo ello con total desconocimiento del usuario estafado y con la clara intención de inducir a error al mismo.

Una característica común de estas páginas web fraudulentas, era su mínima duración en el tiempo, llegando a activarse únicamente durante un fin de semana y desapareciendo a continuación sin dejar ningún tipo de rastro. En ese breve periodo, la página era sometida a una intensa campaña de publicidad y posicionamiento web en los principales buscadores y redes sociales con llamativas ofertas, todo ello con la intención de captar el mayor número de potenciales compradores en el menor tiempo posible.

Una de las particularidades de esta organización era, aprovechando las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, la continua persecución del anonimato en la red para evitar ser detectados y que se les pudiese vincular con la comisión de los delitos investigados.

 

Más de 300.000 € al mes

Durante el tiempo que ha durado esta investigación, los agentes del Departamento de Delitos Telemáticos de la UCO, han detectado y rastreado cerca de 30 tiendas online diferentes, todas ellas gestionadas por el ahora detenido y sus colaboradores.

En múltiples ocasiones, captaba a sus víctimas en portales de compra-venta online, dirigiendo a los potenciales compradores a sus propias páginas fraudulentas. El acceder a contenidos externos en los portales de compra-venta resulta peligroso, como recuerda Wallapop en sus consejos, portal que ha sido activamente colaborador con la Guardia Civil para ayudar en la resolución de esta investigación.

Los productos que se ofrecían en estas páginas web eran principalmente de electrónica de consumo en sus diferentes ámbitos, destacando las videoconsolas y los teléfonos móviles. Cualquier producto atractivo le servía para estafar, aprovechando también la estacionalidad, como los aires acondicionados en verano o el gasóleo de calefacción en invierno.

Algunos ejemplos de las webs utilizadas son instantgaming.co, mielectro.co o pcespecialists.com. Las páginas elaboradas por J.A.F. se encuentran en www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/afectadoslupin.php, habilitada para que todos los afectados puedan facilitar sus denuncias y centralizar las actuaciones judiciales.

El volumen de ventas conseguido por esta persona ha sido tal, que los investigadores han podido corroborar como los ingresos mensuales fruto de la actividad delictiva del detenido superaban en ocasiones los 300.000 €, cifra de la que también solía alardear él mismo en sus círculos más cercanos.

 

Diferentes modalidades de estafa

Aunque esta operación se inició hace aproximadamente un año por parte de la Guardia Civil, es posible que J.A.F llevase cerca de tres años cometiendo este tipo de estafas en diferentes modalidades, siendo la más utilizada la que al finalizar el usuario el procedimiento de pago del producto elegido, la web forzaba al mismo a elegir la transferencia bancaria como única forma de pago posible. Estas cuentas bancarias de destino, obligaban al estafador a manejar cientos de ellas, al igual que números de tarjetas SIM de telefonía para no dejar rastro, puestas normalmente tanto unas como otras a nombre de personas jóvenes a las que pagaba significativas cantidades de dinero por facilitar sus datos personales para este fin. 

Con el tiempo estas estafas han ido perfeccionándose, con la excusa del proceso de pago, el estafador llegaba a llamar telefónicamente a la víctima, para que se instalara una App que supuestamente le informaba del seguimiento del pedido. Lo que hacía en realidad la aplicación era desviar todos los SMS de su teléfono para poder tener los códigos enviados por los bancos, lo que le permitía poder firmar transferencias y efectuar cargos a las tarjetas de crédito por altos importes, llegando a vaciar las cuentas de algunas de sus víctimas.

Una vez realizado lo anterior, sirviéndose de la tecnología "contactless", asociaba las tarjetas de crédito de las cuentas de las mulas a sus terminales móviles, para ir extrayendo el dinero en cajeros automáticos en rutas realizadas por todo Madrid en las que adoptaba fuertes medidas de seguridad Esta práctica era repetida sucesivamente en un mismo día, llegando a acumular decenas de miles de euros en solo una jornada de actividad recaudatoria.

 

Grupo criminal organizado

Para toda esta operativa, J.A.F. se nutría de un grupo perfectamente organizado por él, con diferentes cometidos y a los cuales retribuía con un salario, como si de una empresa se tratara. Un informático, por ejemplo, se encargaba de elaborar la réplica de las páginas web fraudulentas y subirlas a Internet, motivo por el que ha sido detenido esta semana en la provincia de Albacete.

Sobre J.A.F, hay que resaltar las exageradas medidas de seguridad que tomaba en su día a día para burlar cualquier tipo de acción policial sobre su persona, utilizando así distintas identidades y no llegando a residir nunca más de una semana en el mismo domicilio, siendo estos principalmente hoteles y aparta-hoteles de la capital, Las Rozas y Majadahonda. A su vez, otro miembro de la organización a sueldo, se encargaba de proveerle de estos alquileres siempre a nombre de terceros, así como darle seguridad y realizar contravigilancias en sus movimientos.

Otra de las personas detenidas en la localidad de Las Rozas de Madrid esta semana, se encargaba de la estructura de captación de "mulas", es decir, las personas que se ofrecían a abrir cuentas bancarias a su nombre para que fueran utilizadas por J.A.F., para sus estafas, y que constituían el escalón más básico de la organización. Todas estas mulas han ido siendo detenidas en el transcurso de la investigación por distintas Unidades territoriales, ya que eran los titulares de las cuentas donde se hacían las transferencias de las estafas.

Sobre estas personas J.A.F., mantenía un férreo control, y cuando alguno intentaba engañarle quedándose con más dinero del estipulado, él tomaba medidas como publicar su número de teléfono como si fuera el estafador en foros de afectados, remitiendo correos electrónicos a las víctimas suplantando a la propia UCO de Guardia Civil y a la Audiencia Nacional con una supuesta investigación, o incluso llegando a pagar a terceros para que le pegaran una paliza a uno de estos colaboradores.

Por todo lo anterior, tras un largo y complejo seguimiento operativo de varias semanas, se pudo identificar y localizar al cerebro de la trama, y se procedió a la detención de J.A.F en un céntrico hotel de Madrid en el que acaba de establecerse. Aparte de material informático, se le intervinieron más de 50 smartphones y más de 100 tarjetas SIM prepago identificadas a nombre de terceros.

"... la estafa del siglo, 1.000.000 € en Black Friday"

Entre los muchos indicios y pruebas incriminatorias obtenidas por los investigadores contra esta organización delictiva, se ha podido conocer y al mismo tiempo truncar los planes de futuro a corto plazo de este grupo criminal, en el que J.A.F estaba preparando, junto al resto de detenidos, la infraestructura necesaria de cuentas corrientes, teléfonos y webs fraudulentas para obtener un millón de euros en el próximo BlackFriday, cantidad que se habían marcado como colofón en una sola campaña.

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