Gana por 451 votos

Casado: "Nadie ha perdido: ha ganado el Partido Popular"

“Queda proclamado presidente del Partido Popular Don Pedro Casado Blanco”. Eran exactamente las 14.12 horas cuando la voz de la presidenta del XIX Congreso, Ana Pastor, leía el resultado de la votación: Casado derrotó a Sáenz de Santamaría por un margen de casi 500 votos

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photo_camera Casado junto Rajoy, detrás el presidente Vivas, a la dcha de la imagen (C.A.)

Estrella Digital

“Sólo tengo que deciros que no os voy a defraudar”. Fue una de las primeras palabras de Pablo Casado, ya como máximo líder del PP y, por lo tanto, candidato a la Presidencia del Gobierno. “Hoy nadie ha perdido, ha ganado el Partido Popular”, dijo un Casado feliz, crecido, pero que quería hacer gala de una comprensión indulgente frente a la gran perdedora del Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría: ““Gracias, querida Soraya, por tu labor en la vicepresidencia del Gobierno y por esta campaña limpia de la que salimos más unidos y fuerte”.

De los 3.082 compromisarios del XIX Congreso Extraordinario del PP, votaron 2.973 las candidaturas para la Presidencia y el Comité Nacional del Partido, de los cuales 1.701 votos fueron para Casado y 1.250 para Sáenz de Santamaría. Una diferencia de 451 votos que hace muy holgada la victoria de Casado. Los porcentajes se repitieron en la votación de la Junta Nacional: de los 2.071 votos emitidos, 1.689 fueron para Casado y 1.251 para Soraya. En definitiva, que las candidaturas de Casado ganaron en 13 de las 25 mesas de votación.

Nada más conocerse los resultados, se produjo una de las escenas más esperadas del Congreso: un beso frío, sin abrazo, de Dolores de Cospedal a Sáenz de Santamaría, acompañado de una sonrisita de la primera que dejaba adivinar el placer del momento en que su enemiga caía derrotada. Y, luego, el abrazo entre vencedor, Casado, y derrotada, Sáenz de Santamaría, ante la mirada atenta pero inexpresiva de Mariano Rajoy.

Acto seguido, Casado subió a la tribuna para ofrecer su primer discurso como el sucesor de Mariano Rajoy. Es el quinto presidente del PP, porque nadie ha querido recordar que, tras Fraga, ejerció brevemente como presidente de la antigua Alianza Popular Antonio Hernández Mancha, el gran olvidado del PP.

En su discurso como presidente extendió la mano a Soraya ofreciéndole integración en su nuevo equipo, pero ¿cómo? No lo explicitó, pero quizá convirtiéndola de nuevo en portavoz en el Congreso.

En términos generales, y tras los agradecimientos al hijo de Suárez por la labor de su padre, a Fraga, a Aznar, a Rajoy y a tantos otros, Casado hizo un breve discurso en el que nuevamente reivindicó las esencias primarias del Partido Popular, esencias que ya estaban en la antigua Alianza Popular y que se resumen en más patria y más familia. Casado habló de la libertad, de la mejora de la economía y de la reconquista del poder. Estaba exultante, y los vítores y aplausos no cesaban en el plenario.

Algunos compromisarios vinculados con el sector de Soraya comentaban el enorme poder que siempre tiene el aparato: hacían ver que Sáenz de Santamaría ganó las primarias con la votación de los militantes, sí, pero los compromisarios son otro mundo y están vinculados a la Secretaría General, que es la que controla realmente la organización territorial. Y la Secretaría General la ha ostentado hasta ahora María Dolores de Cospedal.

A partir de ahora, Casado tiene que hacer un equipo, no sólo con los nombres aprobados por el XIX Congreso, sino también en los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado, así como en los asesores en el partido etc. La labor le va a llevar los próximos días, en los que veremos muchos movimientos.

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