De «un par de porros» a más de cuatro kilos de cogollos de marihuana, seis gramos de hachís y ocho dosis de LSD. De la confesión mínima a lo que de verdad transportaba un conductor vasco interceptado en un control de la Guardia Civil en la autovía A-5, a la altura de Trujillo, hay una gran diferencia.
Según el diario Hoy.es, agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Useic) de la comandancia de Cáceres realizaban un control en la vía que une Madrid y Lisboa y dieron el alto a un vehículo, que circulaba sentido Madrid, y que iba ocupado por una única persona, un hombre de 45 años, vecino de la localidad guipuzcoana de Beasain.
Al ser informado sobre el dispositivo establecido en la vía y preguntarle sobre si portaba armas, objetos prohibidos o drogas, respondió a los agentes que llevaba «un par de porros».
La actitud sospechosa del conductor propició que los agentes registraran vehículo encontrando en el interior de un bolso cuatro paquetes que contenían abundantes cogollos de marihuana, que tras su pesaje en dependencias oficiales se pudo saber que eran más de 4 kilogramos y medio de esta sustancia.
Del mismo modo, se encontraron en otro pequeño bolso pequeñas dosis de hachís y LSD, droga comúnmente conocida como ácido, y que produce efectos psicotrópicos.
Tras proceder a la intervención de las drogas localizadas, el conductor fue detenido como supuesto autor de un delito contra la salud pública, por tráfico de drogas, al existir indicios de que las sustancias tenían como destino la venta.
Agentes del puesto de la Guardia Civil de Trujillo se hicieron cargo de la instrucción de las correspondientes diligencias que, junto con la droga y el detenido, fueron puestas a disposición del juzgado de primera instancia e instrucción, en funciones de guardia, de esta localidad.
