Existen dos razones evidentes por las que aceptar una bebida en una entrevista te prepara para el éxito.
En primer lugar, te tranquiliza y permite relajarte, refrescarte y prepararte para la reunión. Al tomar un café o simplemente un poco de agua, el gesto parece más de una reunión cordial que una tensa entrevista de trabajo y eso contribuirá a reducir tus nervios y esto a su vez a estar más concentrado y exitoso.
Además puedes aprovechar el tiempo en el que el reclutador prepara la bebida para ir instalándote y preparándote.
En segundo lugar, y lo que es más importante, aceptar una bebida en una entrevista agrada a la otra persona.
Piensa cuando tienes un invitado en casa que declina tu oferta a la hora de tomar cualquier cosa. Despista y hace que nos concentremos en la idea por la cuál alguien no querría aceptar algo de nuestra parte.