Marruecos

España teme lo peor por Ceuta y Melilla tras el inicio de la nueva Zona Comercial de Tetuán

El espacio central de la nueva zona comercial de Cabo Negro se dedicará al proyecto de outlet, sobre una superficie de 10 hectáreas, extensible a 20 hectáreas, dedicado al comercio público en general. 

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photo_camera Zona de Ikea (MARRUECOM)

El anuncio del inicio del proyecto de la zona comercial de 70 hectáreas (ha) en el norte de Marruecos entre Tetuán y M’diq (Rincón) por «Tanger Med Zones (TMZ)», marca un paso decisivo en la sustitución del comercio dicho «atípico» con la ciudad de Ceuta, según informa el digital MARRUECOM. 

Tras el reciente anuncio de Tanger Med Zones (TMZ), planificador-desarrollador, filial del grupo Tanger-Med, del lanzamiento de un proyecto de outlet en el norte de Marruecos, cuyo desarrollo ya ha comenzado entre Tetuán y M’diq, en la zona de Cabo Negro, ha hecho saltar la alarma en la prensa española.

Así, el periódico «El Español» subraya que Rabat «que nada deja al azar», «finaliza en Tánger-Tetuán un plan de desarrollo industrial y turístico como el del noreste del país, en la región de Nador, en la frontera con Melilla», refiriéndose a los proyectos de Marchica-Med y el puerto de Nador West Med, que se convertirá en una terminal estratégica de gas con barcaza GNL.

Con una superficie de 70 hectáreas se entregará un primer tramo de 30 hectáreas en abril de 2022. En la zona, se instalará una tienda de Ikea sobre un área de más de 3 hectáreas, con 19.000 m² cubiertos, incluyendo un techo acristalado de 500 m2 destinado únicamente a muebles de exterior.

La construcción de la marca ya ha comenzado y su apertura está prevista para el verano de 2022. El proyecto, que ha movilizado cerca de 400 millones de dirhams (MDH) de inversión, generará 500 empleos directos y 1.000 indirectos.

El espacio central de la nueva zona comercial de Cabo Negro se dedicará al proyecto de outlet, sobre una superficie de 10 hectáreas, extensible a 20 hectáreas, dedicado al comercio público en general. 

Este proyecto -indica el medio- promete «una nueva experiencia de compras en el norte del Reino», con la instalación de marcas internacionales de ropa y accesorios, como los grandes outlets internacionales. La marca Virgin Megastore, que acaba de abrir su décimo punto de venta en el país en Tánger, tiene previsto instalar allí una futura tienda dedicada a los productos de alta tecnología para una inversión de 9 millones de dirhams que generará no menos de 50 empleos directos.

Las instalaciones también incluirán áreas de ocio, áreas de juego, instalaciones de restauración, etc. El 29 de noviembre se lanzó una convocatoria de manifestaciones de interés público para seleccionar un inversor especialista con el «know-how» (saber-hacer) necesario para el desarrollo, promoción y gestión de proyectos de puntos de venta».

Proyectos que, por tanto, preocupan a los españoles que, durante décadas, han hecho de Ceuta y Melilla una renta comercial denominada «atípica» que Marruecos ha decidido no sólo erradicar, sino sustituir por sus propias plataformas comerciales e industriales.

Un golpe fatal al ​​contrabando

Desde hace dos veranos, debido a la crisis del Covid-19, el tránsito de marroquíes residentes en el extranjero (MRE) por Ceuta y Melilla se ha parado por completo. Pero ya desde octubre de 2019, Marruecos decidió unilateralmente cerrar el puesto fronterizo de mercancías entre la ciudad de Fnideq (Castillejos) y Ceuta. Una medida que paralizó la actividad económica en la zona, asestando un golpe fatal al «comercio ilícito transfronterizo».

Un embargo destinado a poner fin a la situación de las «mujeres mulas», que cruzaban diariamente la frontera, con decenas de kilos de bultos de contrabando sobre sus espaldas.

Para reactivar la actividad económica de estas zonas transfronterizas, Marruecos ha decidido la creación de una zona industrial para permitir la reconversión de los transportistas.

Los políticos locales españoles, por su parte, se refieren a una política de «asfixia» deliberadamente perseguida por Marruecos.

“El comercio en Ceuta ha funcionado gracias a los turistas marroquíes y los visitantes europeos. Las áreas de reabastecimiento, como Lidl, se instalaron en el puerto de Ceuta debido al tránsito de ciudadanos del país vecino que tomaban el ferry, pero sobre todo por los tres meses de Operación Paso de El Estrecho (Operación Marhaba OPE)”, subraya el mismo periódico, que también cita el cierre de varias tiendas en la ciudad.

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