ANA ACTUÓ SOLA

Fin de la investigación de Gabriel, fin de la operación 'Nemo'

El instituto armado ha confirmado que Ana Julia "es una persona con una frialdad máxima, posesiva y egocéntrica" y que actuó por celos ya que para Ángel, su pareja y padre de Gabriel, el niño "era la persona más importante y en la que se centraba toda su atención". 

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photo_camera Juan Jesús Reina, comandante de la Guardia Civil de la UCO, y José Hernández Mosquera, responsable de la búsqueda, durante de la rueda (ESTRELLA DIGITAL)

Estrella Digital

La Guardia Civil descarta la implicación de "terceras personas" en el secuestro y asesinato de Gabriel y da por cerrado el caso. Así lo han manifestado Juan Jesús Reina, Comandante de la Guardia Civil de la UCO, y José Hernández Mosquera, Teniente Coronel y Responsable de Búsqueda, durante una rueda de prensa que han ofrecido este jueves en Almería para ofrecer los detalles del crimen del pequeño de ocho años desaparecido en Níjar el 27 de febrero. La investigación apunta a los celos por la buena relación del niño con su padre.

"Pido máximo respeto por la familia, por Patricia y por Ángel, los padres de Gabriel", ha pedido el teniente coronel Mosquera al comienzo de la rueda de prensa. Los agentes, con voz quebrada en algunas ocasiones, han expuesto los detalles de la investigación a la que han bautizado 'Operación Nemo' en honor a Gabriel y a su pasión por el mundo marino. 

La operación da comienzo el 27 de febrero. Gabriel salió de su casa en Las Hortichuelas y recorrió un camino de unos 100 metros desde que salió a las 15.30 de casa de su abuela camino a la vivienda de sus primos. Su abuela Carmen dejó de ver al niño cuando le quedaban 20 metros para llegar a su destino. Un poste de madera le tapó la visión y no volvió a verlo. A las 18.00, la abuela, al ver que no regresaba el niño a merendar, se dio cuenta de la desaparición del niño, momento en el que arranca la búsqueda. A las 20.00, los padres denunciaron los hechos. 

Desde ese momento, y según los datos que ha proporcionado la Benemérita este jueves, se estableció "la mayor búsqueda coordinada de un desaparecido". En total, se ha contado con la colaboración de más de 5.000 personas entre los que se incluyen "más de 3.000 voluntarios que, de manera altruista, han pedido días libres y perdido días de trabajo" que se han unido a los 2.000 profesionales que ha traído consigo este dispositivo. La Guardia Civil ha rastreado más de 625 kilómetros y más de 500 kilómetros y más de 500 puntos, entre pozos y aljibes. Según palabras de Hernández Mosqueda, "se ha buscado, se ha trillado todo el terreno para descartar que Gabriel estuviera perdido en los alrededores". El instituto armado ha asegurado que desde el primer momento partían con la hipótesis de que Gabriel estaba vivo, "por lo que las primeras horas eran cruciales".

A la vez que se realizaban estas búsquedas por tierra, agua y aire, la Guardia Civil estableció un proceso de investigación en el que recaban indicios y en el que estudiaban el entorno familiar del niño. En ese momento fue cuando salió a la luz Diego, el primer sospechoso de la desaparición de Gabriel. Este individuo contaba con una orden de alejamiento sobre Patricia, la madre del pequeño, por acoso y, precisamente, el 27 de febrero intentó manipular la pulsera telemática que portaba continuamente. Sin embargo, varios testigos situaban a Diego en un lugar muy alejado de donde desapareció Gabriel y "quedó descartado". 

Ana Julia, "una persona con una frialdad máxima, posesiva, egocéntrica y mainupaldora"

Ese mismo día se produjo el descubrimiento que daría un giro de 360 grados al caso: la aparición de la camiseta blanca de Gabriel en Las Negras (Almería). El 3 de marzo, Ana Julia, la pareja de Ángel, el padre del niño desaparecido, fue con éste a buscar algún indicio que mostrase algún rastro del pequeño en una zona de difícil acceso, a 4 kilómetros de donde se produjo la desaparición. Previamente, la Guardia Civil estudió el área sin obtener más indicios. Aun así, Ana Julia "encontró" la camiseta. La prenda, analizada en Madrid, tenía el ADN de Gabriel. En ese momento, la figura de Ana Julia, con su pasado en Burgos, cobró una especial relevancia en las pesquisas.

A partir de entonces, todas las atenciones se centraron en Julia. Se establecieron dispositivos de vigilancia a su alrededor por si hacía algún movimiento en falso pero siempre iba acompañada. "La prensa ha llegado a entorpecer el seguimiento de Ana y terminamos por utilizar una maniobra para que se sintiera menos acosada y comenzase a moverse sola", ha comentado Hernández Mosquera ante los medios presentes. Como consecuencia de esta táctica, Ana finalmente se traslada sola el 11 de marzo y "saca del jardín el cuerpo de una persona menuda y lo mete en el maletero". A continuación se la sigue y se procede a su detención en cierto momento. "Gabriel estaba rodeado con una manta, semidesnudo pero con buen estado en general", añadía con voz quebrada el responsable de la investigación. "Cuando constatamos que Gabriel estaba sin vida fue el momento más difícil de nuestra carrera. Claro que sí. Claro que lloramos, y el que no lo hizo ahí, lo hizo luego. Es que somos humanos", explicaba con voz quebrada Juan Jesús Reina. 

Tras tomarle declaración a la presunta asesina y confesar el crimen, la Guardia Civil está segura de que Ana actuó sola y de acuerdo a un "patrón ilógico". "Estamos convencidos de que tenemos la carga de prueba para demostrar los hechos", han dicho sobre la autoría de la detenida, la pareja del padre del menor. Además, el comandante Reina ha dibujado un perfil de la acusada: "Es una persona con una frialdad máxima, que mantiene una falta de preocupación sobre otras personas, posesiva, egocéntrica y, en ciertas circunstancias negativas, con ansiedad muy grande. Bastante manipuladora".