La Guardia Civil ha detenido en Algeciras a dos personas que transportaban más de 190 kilos de angulas en una furgoneta que acababa de desembarcar en el ferri procedente de Tánger. Esta incautación es la mayor de este espécimen en un puerto andaluz. La mercancía, que arrojó un peso de 192 kilos, habría alcanzado un valor en el mercado de unos 250.000 euros.
Agentes adscritos a la Sección Fiscal del Puerto interceptaron la mercancía, distribuida en la zona de carga del vehículo en 32 cajas isotérmicas. Las angulas, tras ser inspeccionadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y el Servicio de Sanidad Exterior del Puerto de Algeciras fueron trasladadas a unas instalaciones seguras para, en colaboración con la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, ser reintroducida en su medio natural.
Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su ingreso en prisión.
Comercio de las anguilas europeas
Desde el 2010 está prohibida toda importación y exportación de anguilas europeas vivas o procesadas desde y hacia la Unión Europea. Las autoridades comunitarias consideran que no es posible garantizar un comercio no perjudicial para la especie.
Esta situación dificulta a los países asiáticos la tarea de importar angulas españolas, francesas, irlandesas o inglesas desde la UE, lo que ha hecho proliferar en España organizaciones criminales dedicadas a comprar mercancía a intermediarios españoles para sacarlas de contrabando a través de los distintos puertos y aeropuertos del país.
Su destino son piscifactorías de China, donde las engordarán durante un año hasta convertirlas en anguilas de unos 70 centímetros. De ahí, las anguilas son vendidas en el propio mercado chino o se exportan a Japón, donde la anguila es un plato nacional.
Las angulas son trasportadas en cajas de porexpan perfectamente selladas, las cuales contienen bandejas preparadas al efecto para evitar que se salgan los especímenes del embalaje durante su transporte.
Los transportistas de esta mercancía ilegal, ya viajen a pie o en vehículos, facturan las maletas con la carga como su equipaje personal en el aeropuerto o puerto correspondiente esperando en los países asiáticos un contacto para entregar las angulas.
