Hallan muerto al detective privado del caso Madeleine

Kevin Halligen, de 56 años de edad, se hizo cargo de la desaparición de la pequeña hasta que los padres decidieron rescindir el contrato por incumplimiento.

Según el periodista británico Adrian Gatton, el investigador había caído en el alcoholismo en los últimos años.

La empresa para la que trabajaba, Oakley International, llegó a embolsar 300.000 libras (345.000 euros) por la investigación del caso.

Madeleine
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El fallecido había caído en el alcoholismo en los últimos años. "Hay muchos que no le deseaban lo mejor, pero seguramente el determinante de su muerte haya sido el alcoholismo", ha asegurado. "Era un personaje único".

Tal y como ha revelado Gatton, Halligen fue hallado muerto rodeado de sangre en su domicilio, en el que también se encontraron multitud de botellas vacías. La policía de Surrey, que todavía no ha confirmado la causa del fallecimiento, recibió una llamada el lunes "reportando que un hombre de unos 50 años no se encontraba bien", según un representante.