«La política de devoluciones en caliente de España contribuyó a la muerte de inmigrantes en sus fronteras terrestres y marítimas». Esta es una de las conclusiones contenidas en el informe publicado este jueves por Human Rights Watch (HRW) correspondiente al año 2022.
Las directrices establecidas por el Gobierno de España en las fronteras de Ceuta y Melilla son objeto de la crítica de la oenegé, que hace especial hincapié en los acontecimientos acaecidos el pasado junio en la valla melillense. En aquella ocasión murieron al menos 23 migrantes subsaharianos.
Esta situación ha llegado al director ejecutivo para Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson, ha mostrar la preocupación de la organización por lo que pueda ocurrir en el futuro. Williamson demanda que antes de la adopción de cualquier medida sobre el futuro de los migrantes que entren en España se consideren los derechos que les asisten. «Es importante que España no devuelva en caliente a personas hacia Marruecos a no ser que haya analizado de manera rigurosa sus aplicaciones de asilo», recomienda el portavoz de la organización.
