En parís

Isabel Preysler se marcó 'un Cifuentes' en una perfumería

Tuvo que pedir ayuda para salir de un trance que ella consideró 'una tontería sin importancia`. 

2018042611124730906
photo_camera Isabel Preysler (ESTRELLA DIGITAL)

Estrella Digital

Al igual que los casos de corrupción política parecieron aflorar a medida que se iban destapando algunos, ahora no sería de extrañar que el 'ejemplo' de Cristina Cifuentes, siendo detenida en un local al intentar llevarse unas cremas sin pagar, sirviera para que empezaran a descubrirse situaciones similares protagonizadas por famosos.

De momento, la primera a la que se la ha relacionado ya con esa extraña afición de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid ha sido Isabel Preysler, de la que se ha rescatado una historia que en su día contó Juanito March, el nieto escritor del legendario banquero que financió la salida del general Franco de Canarias para dar el golpe de estado de 1936.

Como relató en su día, al parecer viviendo en una casa en París, cerca del Boulevard Saint Germain, recibió una sorprendente llamada telefónica de su amiga Isabel Preysler, a la que en una perfumería reclamaban el pago de unas cremas o algo de cosmética, que se llevaba y que había olvidado pagar.

Dado que la ex de Julio Iglesias, con el que estaba en esos momentos finalizando su relación matrimonial, no hablaba francés, necesitaba ayuda para salir del paso y de ahí que el citado Juanito acudiera a echarle una mano. Isabel, que estaba empezando ya su romance con Carlos Falcó, el padre de Tamara, rondaba los 30 años y ya parecía tener gustos caros.

El incidente parece ser verídico ya que alguien se lo comentó unos años más tarde y ella no sólo no lo negó sino que lo consideró con humor una tontería sin importancia.

Vamos, algo similar a lo que le pasó a la actriz norteamericana Wynona Ryder cuando en 2008 se llevaba en el bolso unos maquillajes de una tienda de Hollywood y la pillaron in fraganti. A ella únicamente se le ocurrió decir que "no sé cómo ha pasado esto". Lo malo es que en su caso era reincidente ya que seis años antes también había escondido en su bolso unos cuantos modelos de lencería de los grandes almacenes Saks de Los Angeles, siendo condenada por ello a pagar una multa y a prestar servicios comunitarios durante varios meses. 

Mucho más cerca, en unos grandes almacenes de Londres, otro político de Coalición Popular por Canarias, el abogado José Miguel Bravo de la Laguna, fue pillado con un pijama que se llevaba sin pagar, pese a tener suficiente dinero como para haberlo abonado.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad