la organización contaba con miembros activos en libia y nigeria

La Policía Nacional desarticula una red de trata asentada en Las Palmas, Palma y Alicante

Los agentes han liberado a cinco víctimas en Las Palmas de Gran Canaria (2) y en Palma de Mallorca (3), todas ellas obligadas a pagar una deuda que ascendía a los 35.000 euros y que eran sometidas a rituales de vudú bajo la amenaza de sufrir graves males, tanto a ellas como sus familiares en Nigeria, si denunciaban a sus explotadores.

La Policía Nacional, en una operación conjunta con Europol, ha desarticulado una red criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual formada por 15 miembros que han sido detenidos  en las Palmas de Gran Canaria (2), Palma de Mallorca (8) y Alicante (5). La organización contaba con la presencia de miembros activos en Libia y Nigeria que eran lugares de paso obligado en la ruta africana que usan para trasladar a las víctimas captadas en la ciudad de Benin City (Nigeria), centrándose en jóvenes pertenecientes a los estratos sociales y económicos más bajos. Han sido identificadas cinco víctimas en las Palmas de Gran Canaria (2) y en Palma de Mallorca (3) que eran obligadas a pagar una deuda que ascendía a 35.000 euros y, además, estaban sometidas a rituales de vudú-juju bajo la amenaza de sufrir graves consecuencias tanto a ellas como a sus familiares en Nigeria si se atrevían a denunciar a sus explotadores.

Desde octubre del pasado año hasta la fecha, los grupos especializados en este tipo de delito han llevado 536 operaciones para erradicar la explotación sexual, una de las principales formas de explotación de la trata de seres humanos, logrando la detención de 1.219 personas y la liberación de 290 víctimas.

 

Red asentada en diversas provincias

La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de una red criminal asentada en Las Palmas de Gran Canaria, Palma de Mallorca y Alicante. Tras diversas gestiones, los agentes constataron que la organización estaba perfectamente jerarquizada con un claro reparto de roles y con la finalidad de lograr la explotación sexual de sus víctimas, para lo cual se cometían otros delitos como la falsedad documental con la que lograban el cruce de frontera de las mujeres.

Propio de este tipo de organizaciones, realizaban rituales de vudú-juju a las mujeres con los que lograban fortalecer los lazos de lealtad de las jóvenes con sus controladores a través del miedo y de posibles represalias por parte de la organización. De este modo, los explotadores se aprovechaban de la situación de vulnerabilidad a la que estaban sometidas las mujeres, obligadas a pagar una deuda impuesta por la organización que en algunos casos ascendía a los 35.000 euros por haber sido traídas desde Nigeria hasta España.

 

Connection-man, encargado de resolver los inconvenientes del trayecto

Los agentes detectaron la presencia de miembros activos en Libia y en Nigeria y constataron que, para el traslado de las víctimas, usaban diferentes rutas por el continente africano. La organización se encargaba de facilitar a las mujeres  documentación falsa o indebidamente expedida para el cruce de fronteras, constatando también el uso fraudulento de documentación perteneciente a otras personas usurpando su personalidad.

La red, bajo la demanda de las madames asentadas en Alicante, captaba potenciales víctimas en Benin Ciy (Nigeria) con la falsa promesa de alcanzar una vida mejor en el continente europeo. A continuación eran trasladadas por miembros de la red, los denominados guide-man, atravesando Nigeria, Niger y Libia por ruta terrestre. En determinadas ciudades clave se hallaban los connection-man, encargados de facilitar el paso de las víctimas hasta Libia, hacer los pagos necesarios y resolver cualquier inconveniente que se pudiera producir a lo largo del trayecto.

Una vez en Libia, las víctimas eran internadas en campamentos a la espera de ser llamadas por otro miembro de la organización que las custodiaba y a la vez les gestionaba el cruce a Europa, en este caso vía marítima hacia Italia. Allí eran alojadas en circunstancias penosas en pisos de la organización a la espera de su traslado final hasta España.

 

Prostituidas en condiciones higiénico-sanitarias deplorables 

Una vez en nuestro país, las víctimas eran reubicadas en pisos que utilizaban como dormitorios personales y para su uso con clientes, sufriendo en muchos casos un trato vejatorio, amenazas, maltrato físico y psicológico junto a un continuo control de las ganancias obtenidas en el ejercicio de la prostitución.  Los explotadores les imponían largas jornadas de esclavitud sexual, hasta altas horas de la madrugada y en condiciones higiénico-sanitarias deplorables, estando obligadas a entregar el dinero obtenido.

Tras analizar todos los datos obtenidos durante la investigación, de gran dificultad debido al uso de los distintos dialectos africanos, los agentes establecieron un operativo y se realizaron cinco registros en Palma de Mallorca (3), Las Palmas de Gran Canaria (1) y en Alicante (1), logrando la detención de doce integrantes de la red. Poco después se logró la detención en Alicante y Palma de Mallorca de tres miembros más. En los registros se han intervenido más de 10.000 euros, diversa documentación personal, equipos informáticos como teléfonos, tablets y restos biológicos pertenecientes a rituales de vudú.-juju de las víctimas.

 

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