El auto de la juez se demoró hasta la madrugada del lunes porque cerca de las 11 de la noche la defensa de los investigados pidió que se repitiera la recogida de restos de sangre de una prensa para realizar un análisis, ya que los detenidos insisten en que se trata de sangre de cerdo proveniente de una matanza. La instructora entiende que existen indicios de la comisión, “de forma conjunta y planificada” entre mayo de 2014 y abril de 2016, de los delitos de robo con fuerza, tenencia ilcita de armas, revelación de secretos, simulación del delito, denuncia falsa e injurias y calumnias, además del presunto homicidio del agente fallecido en la comisaría de Ourense.
La víctima era responsable de prensa, instructor de tiro y entrenador de defensa personal y fue hallado muerto de un tiro en su despacho de la comisaría un sábado de 2016 en un escenario que indicaba un suicidio. Horas antes de su muerte, el agente había enviado mensajes desde su ordenador y su móvil a mandos y a amigos en los se hacía responsable del robo de seis armas reglamentarias (cuatro pistolas y dos revólveres) de policías jubilados que se custodiaban en el búnker.