Pegasus: el despacho Ernesto Díaz-Bastien y Asociados Abogados se encargará del caso 

Un bufete español defenderá a Rabat de las acusaciones de espionaje

El régimen de Mohamed VI está muy preocupado por el caso Pegasus, que está afectando de forma muy directa a su reputación al apuntar que espiaron nada menos que al presidente francés, uno de los principales aliados de Marruecos, a altas personalidades de ese país y a periodistas internacionales. 

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photo_camera Mohamed VI (REDACCIÓN)

El gobierno marroquí ha contratado al bufete de abogados español Ernesto Díaz-Bastien y Asociados Abogados para demandar judicialmente a todos aquellos medios que publiquen noticias en las que digan que sus servicios de inteligencia han utilizado el programa de espionaje israelí Pegasus para controlar a sus disidentes tanto en el interior de su país como en el extranjero, según publican este sábado varios medios nacionales, entre ellos El Confidencial y el diario digital Confilegal, especializado en noticias jurídicas. 

Esta firma ha informado haber recibido el encargo del gobierno marroquí en esa dirección ante la "reiterada publicación en territorio español de pretendidas noticias falsas, maliciosas e injuriosas contra el Reino de Marruecos y alguno de sus ciudadanos y funcionarios sobre pretendidos espionajes ilícitos a ciudadanos españoles".

Y asegura que Marruecos «no ha adquirido nunca ni ha utilizado» el software espía Pegasus, de la empresa israelí NSO. Y que las noticias difundidas «últimamente sobre esta materia son falsas y maliciosas».

«Quienes han venido afirmando o afirmen lo contrario habrán de responder por ello ante los Tribunales de Justicia», advierten en el comunicado. 

El escándalo Pegasus, que ha tomado dimensiones internacionales, está afectando de forma directa a la policía política marroquí, la Dirección General de Seguridad Nacional (DST), y a su director, Abdellatif Hammouchi.

De ahí que se haya tomado esta medida tan excepcional de contratar a bufetes, como el de Ernesto Díaz-Bastien, para hacer frente a las informaciones en el frente judicial, denegando la veracidad de estas noticias y amenazando con demandas ante los tribunales de justicia españoles.

El despacho contratado por el gobierno marroquí toca todos los palos pero está especializado en derecho penal económico y societario, tanto en el ámbito nacional como internacional o transnacional.

Marruecos denuncia una campaña mediática contra Rabat 

La Fiscalía de Marruecos anunció el pasado 22 de julio la apertura de una investigación en torno a las acusaciones «falsas» recogidas por medios internacionales sobre el supuesto papel del país en actos de espionaje a través del uso de Pegasus después de que Marruecos recibiera acusaciones de espiar al presidente de Francia Emmanuel Macron y a 15 miembros de su gobierno, según el Confilegal. 

El programa de espionaje se instala cuando el usuario pincha en un enlace desde su teléfono y sirve para recopilar correos electrónicos, llamadas y mensajes de texto. 

Se da la circunstancia de que Francia es uno de los principales aliados de Marruecos en Europa.

Así, reclamó a la Brigada Nacional de la Policía Judicial una «investigación exhaustiva» sobre este asunto para «establecer las responsabilidades y las consecuencias jurídicas que se derivan de las mismas».

El Gobierno de Marruecos, uno de los señalados por este presunto espionaje, rechazó las acusaciones y denunció una «campaña mediática» contra Rabat, al tiempo que reclamó a la organización no gubernamental Amnistía Internacional y al consorcio Forbidden Stories, que publicaron una investigación sobre el uso de Pegasus para labores de espionaje, que se presenten «pruebas tangibles» sobre su participación en estas actividades.

La investigación en torno a esta herramienta está a cargo del consorcio de medios Forbidden Stories, con sede en París, que asegura que las pruebas han sido obtenidas de los propios teléfonos a través de un análisis forense realizado por el laboratorio de seguridad de Amnistía Internacional.

17 PERIODISTAS AFECTADOS

Diecisiete periodistas de siete países diferentes que figuraban como víctimas potenciales o reales del programa espía Pegasus han presentado denuncias ante la Fiscalía de París, contra el Grupo NSO y todas las demás personas que la investigación identifique.

Sus denuncias completan la que Reporteros sin Fronteras (RSF) y dos periodistas con doble nacionalidad francesa y marroquí ya presentaron el 20 de julio. RSF también ha remitido sus casos a Naciones Unidas.

Los 17 periodistas –dos de Azerbaiyán, cinco de México, cinco de la India, uno de España, dos de Hungría, uno de Marruecos y uno de Togo– forman parte de la lista de cerca de 200 periodistas identificados por la investigación del Proyecto Pegasus como objetivos potenciales o víctimas reales de la vigilancia clandestina del programa espía Pegasus.

El español es Ignacio Cembrero, excorresponsal de El País en Marruecos, periodista especializado en el Magreb y Oriente Próximo, y uno de las voces críticas contra el régimen de Mohamed VI.

PEGASUS Y EL SAHARAUI BRAHIM GHALI

Una de las ramificaciones de Pegasus tiene que ver con España y específicamente con la reciente estancia de Brahim Ghali, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática y del Polisario, a un hospital de Logroño, La Rioja.

Al parecer, Marruecos podría haber tenido acceso información gracias que la información fue filtrada a un agente de la Dirección General de Estudios y Documentación, la agencia de contrainteligencia dirigida por Yassine Mansouri. Hoy en día, a la luz de este asunto, es más que probable que la información proceda realmente de un teléfono argelino infectado por Pegasus, según informa Aku Lmrabet, del Middle East Eye.