La Nochevieja del equipo que logró atrapar al asesino de Diana Quer

Una mesa sobria, con manteles de papel blanco, vino tinto, cerveza y refresco sin cafeína, zamburiñas, empanada y picoteo ligero. Dos botellas de champán para brindar por el nuevo año, y las uvas. Es la Nochevieja del núcleo duro del equipo que ha atrapado al asesino de Diana Quer. Son guardias civiles hasta en la noche más especial del año, o quizá esa más que ninguna, cuando a unos metros de ellos, en el único calabozo ocupado de la Comandancia de La Coruña, respira José Enrique Abuín, El Chicle. Es la sombra a la que han perseguido 500 días.

 

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«Si nuestros compañeros no podían estar en sus casas, nosotros no íbamos a dejarlos solos», cuenta el comandante. «Teníamos nuestra cena en Lugo. No nos lo pensamos. Para mí fue la mejor noche. Esta es nuestra vida», añade Yaiza, su mujer, adscrita a la Comunicación de la Comandancia.