En el mundo

Los planes del nuevo "comandante en jefe" mundial

Durante la agresiva campaña para las elecciones a la Presidencia, Trump ha dejado varias pistas (incluso amenazas) sobre sus planes militares que han asustado a muchos, especialmente a algunos líderes mundiales, y han alegrado a otros, como la industria de defensa nacional. En sus primeras horas como presidente electo ya ha desmontado alguna de esas amenazas. 

donald trump
photo_camera Donald Trump, en un acto de campaña / Estrella Digital

El mundo tendrá un nuevo ‘commander in chief’ en enero. Donald Trump lleva anunciando –casi con titulares y con poca profundidad- sus planes de cambiar la política militar y geoestratégica estadounidense y su impacto a nivel mundial. Trump ha lanzado dardos a diestro y siniestro para dejar claro a su electorado que llevaría a cabo una política militar que beneficiara a su país, tanto a nivel económico como estratégico. O eso hacía hasta que ganó las elecciones.

El presidente electo de EEUU ya ha comenzado ceder ante sus propuestas autoimpuestas. Este mismo jueves, la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, ha anunciado que ha hablado por teléfono con Trump quien se ha comprometido a mantener la cooperación en seguridad y defensa con el país. El republicano había amenazado en campaña con retirar las 28.500 efectivos estadounidenses si Seúl no compartía los gastos del despliegue de la defensa combinada contra Corea del Norte (que ya se ha apresurado a pedirle al nuevo presidente electo que reconozca que es un país nuclear).

Está por ver si hace lo mismo con las reivindicaciones que hace insistentemente a la OTAN, uno de los blancos de sus críticas. Trump se ha preguntado abiertamente en numerosas ocasiones por qué Estados Unidos tiene que comprometerse con la seguridad de países que no invierten lo necesario en sus ejércitos. “Solo cinco naciones de las 28 gastan el 2% de su PIB en Defensa, mientras nosotros gastamos el 3,6%”, aclaraba el senador por Alabama y colaborador en Defensa de Trump, Jeff Sessions en una entrevista con ‘Defense News’.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenrberg, se apresuró a felicitar al magnate este miércoles a la vez que le recordaba que la “garantía de seguridad de la OTAN es un compromiso del tratado”. “Todos los países han firmado un compromiso solemne de defenderse unos a otros. Es algo completamente incondicional”, sentenciaba en una nota el jefe de la Alianza Atlántica.  Sea por la inversión o no, Trump ha dado muestras públicas de que no quiere seguir siendo el “policía global”.

Amistad con Rusia y China

Además del aspecto económico, otro de los caballos de batalla de Trump respecto a la OTAN es su política respecto a Rusia. Trump ha pedido suavizar la estrategia contra Moscú, una de las políticas que más ha criticado de la Presidencia de Barack Obama. Para Trump, que ha elogiado públicamente al presidente ruso Vladimir Putin en numerosas ocasiones, es necesario tener una política más “armoniosa” con Rusia, incluso con China.

De hecho, pretende que la OTAN deje de tener en su radar a Rusia y que se centre en lo que él considera el principal enemigo internacional: el Estado Islámico. Se trata del “primer compromiso militar” del republicano (al menos en campaña) y se ha comprometido en elaborar “un plan que conllevará esfuerzos militares, cibernéticos, financieros, ideológicos y diplomáticos” y que estará listo “en 30 días”.

Incremento del presupuesto y de las tropas

Todos los analistas apuntan a un incremento del presupuesto de Defensa que beneficiará a la industria: ha anunciado la construcción de unos 80 barcos para la US Navy (con lo que se pasaría de 272 navíos a 350); aviones de combate y un sistema de defensa de misiles. Y, de hecho, su victoria el día 8 ha tenido un impacto directo en la industria estadounidense de Defensa: Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics han subido entre el 5% y el 7% la mañana siguiente a su elección.

Además, y siempre con el objetivo de “poner los objetivos de Estados Unidos primero”, ha prometido un aumento de tropas de unos 60.000 hombres y mujeres en el Ejército, lo que elevaría a 540.000 los soldados de la US Army. También ha previsto un aumento del número de marines, aunque no ha dado una cifra concreta.

Incógnita sobre el secretario de Defensa

Para llevar a cabo todas estas medidas, Trump deberá elegir a un secretario de Defensa y las quinielas comienzan a brotar en los medios de todo el mundo. Dos de sus asesores en materia de Defensa, el senador republicano por Alabama, Jeff Sessions y el exdirector de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), Mike Flynn, están entre dos de los predilectos, según el diario especializado ‘Military Times’, que descarta otros nombres “tradicionales” para el cargo por conflictos pasados o controversias empresariales.

El general Flynn se hizo cargo de la seguridad durante la campaña de Trump y ha tenido una gran sintonía con la política defendida por el magnate, como los acercamientos con Rusia, lucha contra la inmigración, concepción fuerte de la seguridad…