La rebaja general del IPSI al 0,5% tendrá que seguir esperando el visto bueno de Hacienda

El Pleno vota en contra de la propuesta de VOX de instar al Ejecutivo de la Ciudad a rebajar unilateralmente el IPSI de forma general al tipo del 0,5 por ciento. En juego la compensación de 65 millones de euros por parte del Estado en 2022

Sucede casi cada legislatura. Llega un punto avanzada la misma que los púgiles dialécticos se conocen de memoria y ya ni se molestan en buscar la originalidad de los argumentos. Casi cualquier debate se puede anticipar, incluso en las palabras exactas, antes de que se produzca. Y algo así es lo que ha pasado este martes en el debate de la propuesta que ha planteado VOX para que el Gobierno apure sus competencias y rebaje el IPSI con carácter general al 0,5 por ciento sin considerar la opinión que tenga el Ministerio de Hacienda al respecto, al que le costaría, según ha detallado Chandiramani, unos 20 millones de euros al año por la consabida compensación establecida desde 2001 que paga el Estado a la Ciudad en función de lo que se recaudaba entonces de IPSI y lo que se recauda ahora. Este 2022 unos 65 millones de euros, para que se hagan una idea, también dato ofrecido por la titular de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani.

Verdejo ha tratado de escarbar en la aparente contradicción entre el discurso público del Gobierno con el asunto y los hechos. Así, tiró de hemeroteca para recordar que el 24 de septiembre de 2021 -todos con mascarillas aún entonces- Comisiones Obreras, UGT, Confederación de Empresarios y Cámara de Comercio visitaron a Vivas, acompañado de la propia Chandiramani y de Rontomé para entregarle un documento con medidas concretas a poner en marcha para evitar el declive del tejido productivo local. Entonces Vivas se comprometió con ellos a pelear por la medida concreta de la rebaja del IPSI al 0,5 y por el resto de iniciativas. Más de un año después la situación es la misma que era.

Y de momento va a seguir igual, porque Chandiramani ha dejado taxativamente claro que imperará el sentido común. El Gobierno de la Ciudad no tomará esa medida, a pesar de poder hacerlo, de forma unilateral sin contar con el consentimiento del Ministerio de Hacienda. La razón es que aprobar esa rebaja costaría dinero al resto de los españoles, esos 20 millones de euros anuales, según las cifras actuales. Y si unilateralmente la respuesta del Gobierno fuera modificar, revisar o suprimir la compensación del IPSI la institución de la Ciudad Autónoma y parte de sus servicios entraría en riesgo.

“Si se quitara esa compensación de 2001 caerían de manera drástica los ingresos y nos convertiríamos en una institución muy vulnerable. Ustedes lo que hacen una exposición tras otra es corroborar todas las teorías de Marruecos”, le ha replicado Chandiramani a Verdejo, al que le ha dado media clase de cómo funciona la administración.

En los argumentos manidos de una y otro, los lugares comunes: Chandiramani ha recordado que se vendieron por un sillón en la primera negociación presupuestaria, el que ocupó durante un año, Francisco Ruiz, en la Vicepresidencia Primera de la Asamblea. Ha repasado su “fascismo, súper racismo y machismo”.  En el otro lado, Verdejo le ha acusado de “mentir” y de mantener “una red clientela”, los famosos “chiringuitos”. Acusaciones cruzadas que se reproducen casi en cada debate que enfrenta el verbo de ambos protagonistas. Y por supuesto la acusación de que “lo que quieren pacta todo con el PSOE”. Una acusación que convierte por sí misma a cualquier formación política con ideas en el polo opuesto en la representación del mal.

En el fondo de la cuestión quedan los datos: los 20 millones de euros que costaría la medida a las arcas estatales y la necesidad de lograr el visto bueno del Ministerio de Hacienda a la medida para no poner en riesgo la compensación del IPSI. Algo en lo que Chandiramani ha informado a Verdejo que el Ejecutivo viene siendo insistente, sin éxito hasta el momento.

Verdejo ha tratado de rebatir ese argumento aludiendo a que con lo que se recauda por el sector del juego on line se podría compensar. “Barbaridades”, le ha replicado Chandiramani para pedirle que se prepare mejor los asuntos (otro lugar común) y recordarle que lo que se recauda por las tasas del juego on line, lo recauda el Estado y no la Ciudad Autónoma. Que si se está impulsando con mimo el sector tecnológico es por los numerosos empleos que genera, de alta calidad y con el plus añadido de generar arraigo de talento en la ciudad. Chandiramani además le ha recordado a Verdejo que en las enmiendas que presentaron a los Presupuestos de la Ciudad no figuraba nada de rebajar el IPSI y tan sólo proponían modificar un 0,5 por ciento del total de los 367 millones de euros de todo el presupuesto.