La fragmentación política del pleno de la Asamblea ha obligado al presidente de la Ciudad a modificar sus hábitos de gobierno

100 días de Vivas

Juan Vivas cumple mañana cien días como presidente de la Ciudad enfrentado a una legislatura que le ha obligado a abrir líneas de comunicación con el PSOE para garantizar la estabilidad del Gobierno.

Juan Vivas, durante una conferencia de prensa (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Juan Vivas, durante una conferencia de prensa (C.A./ARCHIVO)

“Los distintos grupos políticos han mostrado una responsabilidad clara en asuntos que afectan y benefician a todos los ciudadanos”. El portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, pronunciaba esta mañana estas palabras de agradecimiento por el apoyo que PSOE y Vox ofrecieron al PP para la aprobación de distintos proyectos debatidos esta semana en el pleno de la Asamblea.

Mañana se cumplirán cien días desde que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, tomara posesión de su cargo. Las palabras de Gaitán, transcurridos más de tres meses desde entonces, no hacen sino confirmar la intención con la que el dirigente popular acometió el horizonte de cuatro años de mandato que habría de afrontar, por primera vez, en minoría.

La aritmética del pleno de la Asamblea aventuraba una legislatura compleja que, cien días después, ya ha revelado cuáles serán los cauces por los que avanzarán las relaciones entre las distintas fuerzas políticas. El PP ha encontrado en el PSOE un insólito socio de Gobierno –un casi “criptosocio”, a juzgar por la vehemencia con la que los socialistas niegan cualquier tipo de acuerdo- que le permitirá, si las relaciones se mantienen tan fluidas como actualmente, sacar adelante los dos grandes proyectos de la recién iniciada legislatura: los Presupuestos Generales del próximo año y el Plan General de Ordenación Urbana.

Los populares también podrán contar con Vox para aquellos asuntos de mayor carga ideológica donde la distancia entre las dos formaciones resulta apenas apreciable. Un ejemplo de ello se constataba esta semana con el rechazo de los dos grupos a la pretensión de la oposición de incluir en el calendario laboral el Fin del Ramadán como jornada festiva.

Desde un principio, Vivas ha presentado el mandato salido de las urnas el pasado 26 de mayo como un reto. Ya en su toma de posesión, el presidente de la Ciudad advirtió de que si la fragmentación política de la Asamblea acababa haciendo ingobernable el Ayuntamiento, no dudaría en retirarse. “Si fracaso en el intento, nunca seré un obstáculo para otras posibles soluciones que garanticen la estabilidad y la gobernabilidad de Ceuta”, aseguró entonces. El “quid pro quo” acordado con el PSOE parece que, al menos de momento, funciona.