ENTREVISTA AL DIPUTADO AL congreso por ceuta

Juan Bravo, sobre el candidato del PP a las municipales: "Sinceramente, no creo que yo sea la persona adecuada"

Juan Bravo, en la Plaza de los Reyes (C.A.)
photo_camera Juan Bravo, en la Plaza de los Reyes (C.A.)

-Los actos que conmemoran el 40º aniversario de la Constitución Española acaban de celebrarse. En todos ellos se ha glosado la capacidad para la negociación y el acuerdo que demostraron hace cuatro décadas políticos de muy distinto signo que habían sido enemigos declarados durante la dictadura. ¿Por qué hoy, en una democracia que se considera ya consolidada, ese escenario no es posible?

Bueno, prácticamente cada semana asistimos a situaciones tensas en los plenos del Congreso. Quizás, los intereses partidistas se sobreponen a los del país. Creo que es una cuestión sobre la que deberíamos reflexionar.

En el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso hay una placa colocada por todos los diputados que celebra la calidad oratoria de Castelar. ¿Seríamos capaces los diputados del Congreso hoy de ponernos de acuerdo para reconocer del mismo modo a uno de los parlamentarios actuales con independencia del partido al que perteneciera? No sería posible.

Los políticos tenemos un gran reto por delante: trabajamos por y para la gente, pero, ahora mismo, la gente no nos quiere.  Tenemos que recuperar esa capacidad para llegar a acuerdos.

Vox tiene sus votantes porque hay españoles que comparten su ideología. Lo que tenemos que hacer es respetarnos.

-¿Cataluña es el principal problema?

Es difícil conciliar la existencia de unas formaciones políticas que luchan por la independencia de Cataluña con la de otras que defienden la unidad territorial y la soberanía de país. Yo he hablado con compañeros de formaciones políticas independentistas en el Congreso. Al final de la conversación siempre te acaban diciendo: “Ya, ya pero nosotros nos marchamos”. Si yo me quiero casar con una chica y la chica no se quiere casar conmigo, ¿qué hacemos? Es difícil.

Yo quiero recordar que España es el país más descentralizado de la Unión Europea. Pero nos encontramos ante unas formaciones que se preocupan más de su discurso independentista que de la gestión. Hemos de ser capaces de acercar posturas, claro. Pero estamos en las mismas. ¿Un vecino de la comunidad de propietarios puede establecer su régimen frente al resto de vecinos?

Seguro que también en esas reivindicaciones que plantean Esquerra Republicana y PDeCAT hay cosas que debemos ser capaces de atender. Pero es necesario rebajar el tono.

 

-Los resultados electorales en Andalucía han definido un nuevo panorama de equilibrios con la consolidación de la extrema derecha representada por Vox como nueva fuerza política. Los parlamentarios de Santiago Abascal son indispensables para que el PP gobierne en el que hasta ahora ha sido feudo inexpugnable de los socialistas. En su partido nadie califica a Vox de formación de extrema derecha ¿Qué piensa cuando se objeta a Casado que con su actitud está blanqueando la entrada de la ultraderecha en las instituciones?

He llegado a oír, y me hace gracia, que Ciudadanos es la derecha, el PP, la extrema derecha, y Vox, la extrema extrema derecha. Aquí hay una formación política que ha irrumpido con fuerza, igual que sucedió cuando surgió Podemos. Vox tiene sus votantes porque hay españoles que comparten su ideología. Lo que tenemos que hacer es respetarnos.

El presidente Casado está marcando la línea de lo que ha de ser el discurso ideológico del PP. Hemos de ser capaces, y en eso estamos, de fomentar el diálogo. En Andalucía, la suma de Ciudadanos, PP y Vox, con muchos puntos en común y algunas diferencias, puede acceder al Gobierno andaluz. Es una grandísima oportunidad para demostrar que hay otra manera de gobernar.

Casado ha dicho que si la educación y la sanidad no funcionan descentralizadas, a lo mejor habrá que centralizarlas.

-Pero, tras sus resultados en Andalucía, Vox ha recibido felicitaciones del Frente Nacional y Alternativa por Alemania. Una mirada a su programa electoral basta para comprender que sus propuestas son asimilables a las de estas formaciones, y prácticamente nadie en Europa duda de la adscripción de estos partidos a la extrema derecha. ¿Por qué el PP es tan reticente a definir a Vox?

Lo que ha sucedido aquí no es sino un reflejo, quizá tardío, de lo que viene produciéndose en Europa. A nosotros lo que nos preocupa es que el PP recupere su crédito.

En Andalucía hemos quedado segundos. Vox ha irrumpido en la escena por una situación que se da en el país y ante la que ellos dan una repuesta. En algunos casos podrá ser cierto lo que plantean. En otros, se antoja más complicado aceptar algunas de sus propuestas, como la que propugna la desaparición de las comunidades autónomas. Habrá cosas que hayamos hecho mal y habrá que reconducirlas. ¿Pero eso obliga a acabar con las autonomías? El PP no lo cree. Respecto a esto, lo que planteamos nosotros es una reflexión profunda. Casado ha dicho que si la educación y la sanidad no funcionan descentralizadas, a lo mejor habrá que centralizarlas.

Otra cosa es lo del muro. Poner un muro en las fronteras de Ceuta y Melilla puede sonar muy bien, pero eso no va a solucionar los problemas. No propongamos medidas populistas.

 

-Con arreglo a sus palabras, parece que esperar a que el PP identifique a Vox como un partido de extrema derecha resulta inútil...

No voy a catalogar a ningún partido porque no soy quién para hacerlo.

El tema de las ideologías es importante, pero lo realmente importante es cómo gestionas, cómo haces las cosas cuando gobiernas.

Habrá que valorar a Vox cuando entre en la gestión de un gobierno, cuando tenga responsabilidades políticas. Será entonces el momento de ver cómo actúan y, solo entonces, podremos catalogar si lo que hacen merece ser calificado de ultra o realmente existe un criterio sensato en sus planteamientos. Una cosa es el discurso en el debate político encendido y otra las políticas de país que se pretendan aplicar.

 

-¿Los resultados andaluces anuncian algo de lo que pueda suceder tras las próximas elecciones en Ceuta?

Aquí habrá un movimiento de voto, claro. Pero a día de hoy, todos los territorios son melones cerrados. No sabemos cómo va a responder la gente.

Lo importante como partido es ser capaces de ilusionar, explicar qué queremos hacer con la ciudad, dónde queremos que esté la ciudad. A Vox le ha votado gente del PSOE, incluso de Podemos. Y eso es porque han conseguido llegar a esa gente. A veces hacemos más análisis del que hacen los mismos votantes. La gente quiere que la ilusionemos, que seamos honrados y trabajadores y que hagamos todo lo que podamos por ellos.

El presidente Casado tiene que tener esa capacidad para ser el que levante la mano y diga: este es mi candidato en cada lugar. Y estamos en ese proceso.

-El PP todavía no ha decidido quién será su cabeza de lista en las próximas municipales. ¿A qué obedece esta incertidumbre?

No creo que exista incertidumbre. Hemos vivido un proceso interno que acaba con Pablo Casado como presidente del partido, y eso obliga a un reajuste en toda nuestra estructura.

El de elección de candidatos es un proceso que se produce en todo el territorio. Casado será, con Ceuta, el que decida quién ha de ser la persona idónea. Tenemos que poner a los mejores.

El presidente Vivas ha mostrado su predisposición a volver a repetir. Ha tenido sus conversaciones con Génova. Pero el presidente Casado tiene que tener esa capacidad para ser el que levante la mano y diga: este es mi candidato en cada lugar. Y estamos en ese proceso.

Juan Vivas, Pablo Casado y Juanma Moreno son grandísimos candidatos, pero detrás hay equipos muy importantes. A la gente le preocupa también quiénes son los que van a componer la lista del PP en Ceuta y cuál es su proyecto. La gente nos ha dicho: “Oiga, quiero que me cuenten quiénes son, no quién es, sino quiénes son”.

 

-¿Se siente incómodo cuando se le presenta como una alternativa a Vivas?

No, todo lo contrario. Me siento halagado que la gente vea en mí a un político que en un momento dado pudiera encabezar una lista en el caso de que Juan Vivas no estuviese. Pero, sinceramente, creo que no soy la persona adecuada. Yo estoy desarrollando un trabajo en Madrid con la máxima entrega y convencimiento. Creo que he conseguido cosas importantes para Ceuta. Yo tengo claro que soy un elemento más dentro del PP, sin ningún protagonismo. Estaré donde el partido me diga. Y si me dice que no tengo que estar como diputado y que me tengo que ir a mi casa, no habrá ningún problema.